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Francia se desintegra

L. J. M.

La selección francesa es un polvorín donde cualquier chispa provoca una explosión. Ayer por la tarde, los jugadores se negaron a entrenarse en protesta por la expulsión de Anelka y, fruto de ese plante, el delegado federativo galo, Jean-Louis Valentin, abandonó la concentración. 'Es una vergüenza. En estas condiciones he decidido volver a París y dimitir', argumentó.

Por la mañana, Evra estuvo a punto de llegar a las manos con Robert Duverne, preparador físico. La discusión fue presenciada por los aficionados presentes, que vieron como Duverne, hombre de confianza del seleccionador, tiraba con fuerza el silbato mientras abandonaba el césped. Circula ya por Internet una grabación del incidente realizada desde la grada con un teléfono móvil.

Horas más tarde, Raymond Domenech, seleccionador, leía una carta de rechazo a la expulsión de Anelka, castigado por insultarle a él gravemente. 'Vete a tomar por el culo, sucio hijo de puta', le espetó a Domenech durante el partido ante México, según L'Equipe. 'La Federación Francesa nunca ha intentado proteger al grupo. Ha tomado una decisión unilateral basada en hechos relatados por la prensa. Como consecuencia, y para mostrar nuestra oposición a esta medida, todos los jugadores han decidido no participar en la sesión de entrenamiento de hoy', dice el comunicado.

Los jugadores buscan al 'chivato traidor', en palabras de Evra, que filtró las palabras de Anelka.

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