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Manuel Martínez: "La medalla es una sorpresa muy agradable"

Entrevista al exlanzador de peso leonés. Se hará con el bronce olímpico de Atenas 2004 por la descalificación del ucraniano Bilonog. No envidia al próximo presidente de la Federación: 'El que gane el dom

JORGE YUSTA

Manuel Martínez vive a sus 38 años recién cumplidos uno de los momentos más felices de su carrera. Sin competir, está a punto de conseguir la única que medalla que le faltaba en su extenso palmarés, la olímpica. La descalificación por dopaje del ucraniano Yuri Bilonog, que terminó bronce en Atenas 2004, elevan al leonés hasta ese puesto. Pese a que faltan las confirmaciones oficiales, Martínez, que terminó cuarto en la competición que disputó en Olimpia, ya siente la presea como suya. Este martes, incluso, el Comité Olímpico Español ha tenido el gesto de incluirle junto al resto de medallistas de aquellos Juegos en la gala en la que se ha conmemorado el centenario de la institución. El exlanzador de peso experimenta una segunda juventud, más delgado y con un look distinto. También se siente preocupado por los recortes que están afectando al deporte español y al atletismo en particular: 'El que llegue a la Federación -a cuya presidencia aspiran José María Odriozola y Vicente Añó- se va a encontrar con un papel muy amargo'.

¿Ya podemos decir que el bronce de Atenas es tuyo?

No al 100% pero sí al 99% porque tiene que hacerlo oficial el Comité Olímpico Internacional y la Federación Internacional de Atletismo pero sé de buena tinta que va por buen camino.

¿Como has vivido la noticia, ocho años después?

Lo estoy disfrutando como un niño. La verdad es que tiene su puntito, hubiese sido muy bonito ganarla allí, en Olimpia, habría sido una pasada.

Esta medalla es el reconocimiento que por fin te llega a toda una vida dedicada al atletismo.

Sí, pero más bien es una sorpresa porque ya no te lo esperas. Y es una sorpresa muy agradable porque para mí personalmente es muy importante. Yo tenía medallas en campeonatos de Europa y del Mundo pero ninguna en Juegos Olímpicos y conseguir la medalla que me faltaba es muy importante.

¿Qué supone una medalla olímpica?

Pues es la recompensa, con mayúsculas, a toda una vida deportiva.

Te habrán felicitado muchos compañeros.

Pues prácticamente todos, como yo era hoy en la gala la novedad pues era el objeto de todos los cotilleos. No quiero nombrar a ninguno en particular de los que han estado aquí, por no destacar a unos por encima de otros, pero muchos se merecen varias biografías cada uno.

¿Y la tuya?

Que la hagan cuando me muera.

Quedan pocos días para las elecciones en la Federación de Atletismo, ¿te decantas por el actual presidente Odriozola o por Vicente Añó?

Pues me mojo pero a medias. El problema que tenemos ahora mismo en la Federación Española de Atletismo no es un problema de personas. Tanto si sale uno como si sale otro van a tener las manos atadas. Hemos pasado de tener un presupuesto muy por encima de los 10 millones de euros a uno que no llega a cuatro. Entonces, lo que se puede hacer con ese dinero es lo justo y necesario. Por eso, el que entre le va a tocar un papel amargo que va a consistir en comenzar a despedir a gente, recortar por todos los lados y capear el temporal lo mejor posible. Los patrocinadores  están también con muchos problemas y el pastel dentro del deporte ya está muy repartido con los deportes de élite. Que el atletismo pueda recoger de patrocinadores el dinero que no le llega a través de las instituciones oficiales hoy en día es prácticamente impensable. Ahora nos tocan vacas flacas.

Pero tras los fracasos que cosecha últimamente el atletismo español, ¿no ves necesario un cambio de aires en la Federación?

Pero me consta que salga uno o salga otro va a haber un cambio.  Pero por pura necesidad, porque no podemos seguir como estamos.

En el deporte, ¿quiénes son los que más están sufriendo todos los recortes?

Pues los sufre todo el mundo. Pero sobre todo, los sufren los chavales que están comenzando porque se van a encontrar un mundo del deporte más parecido al que se vivía en los años 80 que al del 2000. Y van a tener que empezar a hacer el deporte por pura afición, como amateurs, pero que es como empezamos muchos de los que luego llegamos a entrenar en los centros de alto rendimiento. Y por arriba, también se van a tener que apretar el cinturón. Estamos ahora en una situación de la que es muy difícil escapar.

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