Moto2, la moto de la crisis

Los números avocaron al cambio de categoría. De 250 cc a Moto2. De 1,2 millones de euros anuales de presupuesto, a poco menos de 700.000 euros. De cifras imposibles de rentabilizar ante el protagonismo de MotoGP, a una nueva fórmula que busca un hueco mayor en la pasión para garantizar la vida de las pegatinas que inundan los monos. De costosos motores de dos tiempos, que premiaban la ecuación más dinero igual a más innovación e investigación como síntoma inequívoco de éxito, a motores estándares de cuatro tiempos de 600 cc, que predican al piloto por encima de la moto. Es el camino que explora el Mundial de motociclismo ante la crisis económica. "En este momento, la economía está entre los grandes problemas. Resulta muy complicado cuadrar todos los presupuestos. Reducir costes es el camino adecuado", sostiene Jorge Martínez Aspar.

Su proyecto en Moto2 presenta a dos de los muchos candidatos al título (Simón y Di Meglio) bajo la apuesta de un chasis RSV, uno de los pocos matices que tiene cada equipo para sentirse diferente. El alma, el motor, sin embargo, es común a todos. Tras un concurso, Dorna, la sociedad dueña de los derechos del campeonato, se decidió por la oferta de Honda, que entregó los motores, hace apenas un mes, por riguroso sorteo entre los 44 equipos. En busca de la igualdad mecánica, las escuderías sólo podrán jugar con los ajustes de inyección para acabar de refinar las tomas de aire y los escapes. El resto de piezas estarán precintadas y controladas por un comité técnico que revisará cada motor tras un ciclo de tres carreras (alrededor de 1.500 kilómetros)

El presupuesto pasa de 1,2 millones de euros (250 cc) a menos de 700.000

Las limitaciones aparecen también en los sistemas de control de tracción, centralitas complejas o caros sistemas de adquisición de datos. De hecho, la organización suministra el paquete de telemetría, otro guiño a la reducción de gastos. Entre los pilotos satisface el nuevo espíritu de igualdad. "Se acabarán muchos debates sobre el comportamiento de la moto o los neumáticos para centrarse más en la pasión que van a generar los cuerpo a cuerpo en carrera", explica Toni Elías, el más señalado para conseguir el título. "Esa fue una de las razones por las que decidí dejar MotoGP", esgrime el catalán.

Su aparición coincide con el regreso de Fonsi Nieto, tras su experiencia en el Mundial de Superbikes, y la llegada in extremis de Héctor Faubel, sin equipo hasta el pasado martes. "LLego a Qatar a ciegas", asegura Faubel, sin ningún kilómetro sobre la Moto2. En los escasos test de pretemporada, Elías se ha mostrado como el más regular. "En las carreras todo va a variar mucho", defiende Julián Simón, en su vuelta a la cilindrada media.