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"Ni con un exámen genético del deportista se puede prevenir todo"

Entrevista a Juan Ribas, jefe de los servicios médicos del Sevilla

Ignacio Romo//Sevilla

El doctor Juan Ribas es un experto, un hombre que conoce a fondo el funcionamiento del organismo humano. Formado en Sevilla, Los Ángeles y Leipzig, este sevillano de 55 años (que estuvo a punto de representar a España en remo en los Juegos Olímpicos de México) es probablemente uno de los fisiólogos más completos de nuestro país en el área del rendimiento deportivo. La aplicación de sus conocimientos ha hecho que el Sevilla haya disfrutado de dos años de éxitos ininterrumpidos. Una racha que parecía haberse roto en el último mes, tras el trágico fallecimiento de Antonio Puerta, aunque vuelve a haber signos de recuperación.

En su opinión, el hecho de haber reducido los actos de duelo por Antonio Puerta, ¿ha sido beneficioso?

Creo que sí.

¿Hay algo que quiera comentar acerca de su fallecimiento?

Con Puerta se aplicaron los protocolos que recomienda la Asociación Americana de Cardiología. Fue explorado por cardiólogos distintos y en varias ocasiones. Se actuó con corrección, pero desafortunadamente, la medicina no puede controlar todas las patologías.

Queda un mensaje preocupante: la existencia de problemas que son indetectables incluso para los mejores chequeos médicos y que conducen a la muerte súbita.

El ser humano es especial. La gente corre maratones por miles, pero hay que recordar que el primero que corrió maratón, Filípides, se murió después de la carrera. Parece que la gente quiere emular el riesgo de correr hasta el límite, incluso hasta el fallecimiento. Que yo sepa, cada 490.000 horas de correr maratón, se muere un individuo de forma espontánea y a veces no sabemos por qué. Por una hiperpotasemia (potasio elevado en sangre), por un shock térmico, por cualquier anomalía cardíaca indescifrable o por un problema cerebral. Los individuos mueren en los maratones. El riesgo está ahí, es consustancial con la vida. ¿Quién nos dice que vamos a estar vivos dentro de diez años? Nadie. Actualmente no se puede prevenir todo. Ni siquiera haciendo un examen genético del individuo, y eso que acabaremos todos llevando nuestro genoma en la cartera.

Hay unas 60 muertes súbitas de deportistas en España al año. ¿Cómo podemos prevenirlas?

Pues como usted estaba indicando. Realizar chequeos lo mejor posible y con la intensidad necesaria para la actividad que va a realizar el individuo. Nosotros hacemos a todos los jugadores electrocardiografías de reposo, ecocardiografías de reposo, electrocardiografías ergométricas (en ejercicio) y ergometrías de esfuerzo. Nosotros seguimos los protocolos de los cardiólogos y evitamos muertes, seguro, pero habrá muertes que no se puedan evitar. Y no todas las muertes súbitas son cardíacas.
¿Cuáles son las principales causas de muerte súbita de origen no cardíaco?
Hemorragias cerebrales y aneurismas de vasos troncoencefálicos.

Hablemos de fútbol. ¿Cómo se explica la mejoría del Sevilla a partir de 2006?

Se debe a un conjunto de variables que coincidieron... ¡y espero que se sigan dando! Entre estas variables yo destacaría la aplicación del sentido común a las cargas totales de entrenamiento. Creo que los preparadores físicos (Ramón Orellana y Marcos Álvarez) son muy buenos.

Desde su punto de vista, ¿qué es lo más importante para la prevención de lesiones?

Yo creo que lo más importante es trabajar bien los componentes de fuerza y de potencia, siempre que haya una base de resistencia. Los futbolistas que mejor realizan el trabajo de adaptación de la musculatura son los que menos se lesionan. Hay que entrenar la fuerza equivalente a la que puede aplicar el jugador. La fuerza bruta no sirve para nada. Levantar mucho peso con poca velocidad no tiene utilidad. En la recuperación de lesiones también utilizamos mucho el entrenamiento de fuerza.

¿Diferenciáis el trabajo a lo largo del año? ¿Trabajáis más la resistencia a comienzos de temporada y más la velocidad en la recta final, como hacen los atletas?

Eso tiene lógica, pero el fútbol es diferente. Es cierto que al principio de temporada hay una tarea más intensa de resistencia, pero en el fútbol hay que mantener una meseta de forma física a lo largo de toda la temporada. Al final de la temporada, lo que se intenta es extraer ya el máximo de las reservas del futbolistas... ¡de lo que les queda!

La pasada temporada el Sevilla dio una lección de Fisiología del Ejercicio al ser capaz de rendir a un gran nivel jugando muchos partidos -Champions y Copa del Rey- entre semana. ¿Cuál fue el secreto?

Para mí, la competición tiene una doble vertiente. Por un lado, jugar muchos partidos genera una sobrecarga, sobre todo psicológica. Pero por otro, el mejor entrenamiento específico para un futbolista es precisamente ése: la competición.

Hablemos de la fatiga en el futbolista...

De eso hay mucho que hablar. Hay varios tipos de fatiga y la primera que se manifiesta es la neural, la del sistema nervioso.

La velocidad, ¿se entrena o se nace con ella?

Ése es un debate muy bonito, un debate clásico. En primer lugar, hay un componente genético. Los rápidos tienen fibras veloces y un buen tejido conectivo-muscular. Esto se puede entrenar: con trabajo de activación nerviosa (con ráfagas de alta frecuencia y corta duración) y también con una cosa que gusta muy poco a los entrenadores: el descanso. Para mejorar la velocidad es fundamental el descanso.

¿Habla de descansar dos días antes de un partido de fútbol?

No. Mucho más. Para que el entrenamiento de velocidad se asimilara desgraciadamente habría que parar 15 días, pero eso es imposible.

Muchas veces se ha propuesto un parón invernal de la Liga. ¿Estaría de acuerdo?

Sí. Eso sería bueno.

Ha hablado de la velocidad. En estos cuatro años que lleva en el club,¿quiénes le han impresionado por su rapidez?

Adriano y Navas.

¿Y los de más fondo físico?

En resistencia, Poulsen, Renato... Últimamente Keita está demostrando que es un privilegiado de la resistencia.

¿Cómo resolvéis el eterno enigma del fútbol: trabajar a la vez la velocidad y la resistencia?

Eso es muy difícil y lo hemos hablado mucho Ramón Orellana y yo. Ambas cosas son contradictorias, incompatibles. Hay que buscar el equilibrio porque las dos cualidades hacen falta.

Casi como un decatleta.

Exactamente, pero como un decatleta complicado, con varias series de 100 metros, de 30 metros en este caso. De todos modos, yo creo que el mejor entrenamiento es precisamente jugar al fútbol.

Entonces, ¿es bueno jugar tres partidos a la semana?

No. Pero quizá tampoco sea bueno jugar uno sólo a la semana.


¿Medís los consumos máximos de oxígeno?

Sí. Les hacemos ergometrías de esfuerzo tres veces al año.

Hablemos de nutrición, en concreto de las famosas ‘papillas' del Dr. Escribano.

Ante todo, hay que aclarar que el doctor Antonio Escribano -al que conozco desde 1969- es una de las personas que yo me traje al Sevilla hace cuatro años. Él nunca se ha metido en ninguna historia que no sea consecuencia de sus conocimientos en endocrinología y mucho menos en asuntos relacionados con el dopaje. Las papillas están hechas exclusivamente a base de productos naturales y se utilizan en momentos concretos, para que los futbolistas puedan reponer glucógeno.

Las papillas, ¿las ingieren los jugadores en el descanso?

Sí. En el descanso y al final de los partidos. Y no hay ningún componente farmacológico. Las papillas las comenzamos a utilizar cuando estaba de entrenador Caparrós y, a raíz de su utilización, los calambres musculares desaparecieron.

¿Existe algún efecto placebo en la toma de la papilla? ¿Hay algún ritual, en el sentido de que la ingieran todos a la vez?

No. La papilla está a disposición de todos los jugadores y la toman los que quieren. No se la toman todos, todos los días. Se les ofrece y si quieren, la toman. Pero la verdad es que se la toma prácticamente todo el mundo.

Estamos viendo muchas lesiones en la parte posterior del muslo este año. ¿Vosotros trabajáis para prevenir esa descompensación que suele existir entre el cuádriceps, que está por delante, y los isquiotibiales, los que están por detrás?

Es cierto que existe esa descompensación. El cuádriceps es un siete o un ocho por ciento más potente que la cara posterior. Esto se debe a la postura, porque el cuádriceps es un gran músculo antigravitatorio. Cada vez que nos sentamos trabajamos el cuádriceps, cada vez que saltamos, también. El futbolista suele estar muy flexionado y trabaja constantemente el cuádriceps, pero cuando tiene que arrancar de forma súbita para un sprint, utiliza la parte de atrás de golpe. Y ahí está el verdadero riesgo de lesión. En Adriano, por ejemplo, trabajamos la parte posterior de forma especial: los deportistas más rápidos son los que se rompen con más facilidad.

¿Qué cualidad resaltaría, por ejemplo, de Kanouté?

¡La tranquilidad delante de la puerta! Y la calidad del gesto, el toque preciso.

Están de moda los entrenamientos neuromusculares, ¿utilizáis plataformas gravitatorias?

Sí. Pero sobre todo para rehabilitación, especialmente en lesiones de tobillo. No para prevención.

Hablemos de sustancias, me refiero a sustancias legales. ¿Qué opina de la creatina?

El año pasado hicimos un estudio y aquéllos que habían tomado creatina de forma regular fueron los que menos lesiones tuvieron en toda la temporada. Pero también es verdad que los que toman creatina son los que más interés tienen en entrenar, los que más intención ponen.

¿Qué opina del uso de bicarbonato para elevar el rendimiento?

Sólo lo veo útil cuando existe una disminución del bicarbonato plasmático, es decir, cuando el deportista ya ha entrado en ‘fatiga inicial'.

La cafeína dejó se ser considerada como dopaje hace cuatro años. ¿Cuál es su opinión?

Yo preferiría casi que no fuera legal. Porque afecta a la contracción muscular y porque tiene efectos sobre el sistema nervioso y por eso la toman los jugadores que la toman. Si la dosis es alta (más de 300 mg por toma) el efecto puede ser negativo: el jugador está demasiado hiperactivo y no se concentra. O sea... ¡justo lo contrario de lo que se pretende! Además, produce diarrea. Cuando yo llegué al club se tomaba mucha cafeína, ahora se toma cada vez menos, se toma poca cafeína.

Un pequeño juego: comparemos a los futbolistas con los atletas ...

No hay un solo futbolista. Al menos hay cuatro diferentes. El portero es un saltador, el defensa es un atleta de 3.000 metros obstáculos, el medio es de 5.000 metros y el delantero sería un mediofondista de 800 metros.

¿Medís el espacio recorrido por partido?

Sí. Lo suelen medir los psicólogos del club.

¿Entrenáis mañana y tarde algún día?

Normalmente, no.

¿Cómo se explica que el Sevilla no esté en este comienzo de temporada al nivel que exhibió el año pasado?

Pues de la misma forma que no puedes estar todo el tiempo en la cresta de la ola, aunque tengas la mejor tabla de surf. Llevábamos ya quince meses en la cresta. ¡Y en algún momento tienes que bajar para volver a subir!

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