Este artículo se publicó hace 13 años.
Parejo, el jugador dócil
Hace unos años, el madridista del Getafe era un eslogan; hoy es una realidad
A Parejo, de 21 años, no cuesta enseñarle. Míchel lo define como "el jugador dócil". Ha llegado a un punto de afinidad con el cuerpo técnico que ya no tienen que decirle cuándo debe entrar en el gimnasio ni el tiempo que debe invertir ni lo que debe hacer.
Su fútbol es feliz y alcanzó el punto máximo con el gol al Madrid, el escaparate que titula una estupenda temporada. Apareció pronto, con un nuevo aire y hasta con el pelo más recogido que el año pasado. La hinchada lo apreció en el primer partido del Coliseum (Getafe-Levante) cuando no hubo ataque que no pasase por el pie derecho de Parejo. Fue una novedad. Aquello no sucedía la temporada pasada, en la que sólo era un futbolista de momentos. Luego, se desentendía durante mucho rato y hubo tardes en los que la hinchada le silbaba. Sin embargo, el futbolista no se malhumoraba. Míchel no sólo le convenció de que "el fútbol es trabajo". También paciencia.
Su fútbol es felizy alcanzó su punto máximo conel gol a Casillas
Parejo ahora es otro hombre. Lo era antes de llegar el martes a la escuadra de Casillas, seguramente por una cuestión de instinto. A Míchel le gusta tanto este futbolista que no sabe diferenciar el momento, quizá porque no existe. Pero ahora, Parejo ya no tiene que reivindicar su importancia y es ahí donde el entrenador traslada su influencia. "Quizá, el cuerpo técnico le ha dado la confianza necesaria para llegar a ese punto". El año pasado, Parejo se paraba y, antes de tomar una decisión, miraba a Casquero. A veces, se dejaba llevar por instintos más primitivos, como la impaciencia de la grada del Coliseum. Sin embargo, ahora decide él y, si hace falta, empieza lo que termina: fue lo que gustó tanto a Mourinhoel martes; fue lo que tantas veces pasa a diario en los entrenamientos del Getafe, donde podría haber dos balones: uno para él y otro para el resto.
Su paso por la PremierA su edad, Parejo ya ha ganado una batalla. Hubo un tiempo en el que casi fue un eslogan por encima de futbolista. Sucedió cuando marchó al Queens Park Rangers o cuando volvió al Madrid, a los tres meses, sin una verdadera biografía en la Premier que lo protegiese. Entonces volvió para nada, porque Juande Ramos sólo le empleó unos minutos ante el Sporting. Pero ahora, Parejo ya no sólo es un sueño. También es una realidad que hace y dice.
"Quizá ahora tiene la confianza necesaria", comenta Míchel
En Getafe no se olvida que, en el momento más crítico para Míchel, antes del partido frente al Zaragoza, fue uno de los precursores de una reunión que tuvieron los jugadores en el vestuario. Sólo hubo una condición, que el cuerpo técnico no estuviese delante, "porque era un momento en el que teníamos que estar nosotros solos".
Y, desde entonces, el Getafe ha cambiado y la tasa de adeptos de Parejo ha ascendido tanto que hoy ya se debate si debe ser el nuevo socio de Xabi Alonso. La duda es si allí tendrá la confianza que necesita. Míchel también se hace esa pregunta. El jugador dócil lo sabe y no tiene más que ver a Pedro León, de quien el año pasado pretendía aprender a lanzar los golpes francos.
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