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Pellegrini caduca en junio

El nombre de Rooney no tardará en salir como sedante para Bernabéu

H. JIMÉNEZ

Florentino Pérez lo tiene claro. Nada ni nadie le hará cambiar de opinión. Pellegrini ya tiene fecha de caducidad como entrenador del Madrid: al terminar la presente temporada. Ni siquiera Jorge Valdano, director general del Madrid y principal valedor del técnico, defiende ya la continuidad del chileno.

Según fuentes cercanas al presidente, este abandonó muy enojado el pasado miércoles el Bernabéu. Culpó a Pellegrini de no haber sabido reaccionar ante los cambios que Puel, entrenador del Olympique, le planteó en la segunda mitad. Pese a todo, y salvo catástrofe, Pellegrini terminará la temporada. Pese a que en los despachos se pronuncian convencidos de que Pellegrini no es entrenador para el Madrid, también entienden que la salida del técnico ahora no sería una buena solución.

Florentino ya no cree en el técnico, pero esperará al verano a relevarle

En la zona noble del Bernabéu reconocen que la millonaria inversión realizada este verano, 254 millones de euros, no ha tenido los resultados esperados, pero se aferran a ganar la Liga para salvar la temporada. 'La inversión realizada era para llegar más lejos en la Champions, más si cabe siendo la final en el Bernabéu, pero ya no podemos lamentarnos. Hay que centrarse en la Liga', apuntaban ayer desde Concha Espina.

El título de Liga puede ser un consuelo, un final digno al primer año del proyecto, pero también puede no valer. Depende en el fondo del Barça. Lo que tortura ahora la cabeza de los madridistas es la posibilidad de que el Barcelona fuera campeón de la Liga de Campeones en el Bernabéu. Si el Barça se cuela en la final del 22 de mayo, ni el título de Liga calmaría la decepción de un club que 'ama Europa sobre todas las cosas'.

En todo caso, queda mucho para conocer el desenlace. Faltan todavía dos meses de competición y el madridismo necesita superar la frustración de una eliminación tan temprana de la competición más importante. El fútbol, y Florentino más, conoce una medicina muy efectiva para compensar la tristeza de la hinchada con golpes más o menos artificiales de ilusión. Los nombres no tardarán en asomar. De jugadores (el de Rooney aparecerá en breve; sus exhibiciones ya tienen enamorado a Florentino) y de entrenadores (Mourinho, Benítez, el eterno Wenger...). Es un truco muy viejo.

El Madrid se aferra a la Liga y a que el Barça no esté en la final de Champions

El caso es que el proyecto ya sabe a fracaso. Se dejó tan claro que la Liga de Campeones era el objetivo mayor que no valen ahora las matizaciones. La inversión más grande de la historia del fútbol mundial (254 millones de euros) se acaba en Europa en los octavos de final. Como ha ocurrido en el Madrid durante los últimos seis años.

Y encima, las paradojas escuecen: Cristiano Ronaldo, que llevaba dos finales de Champions consecutivas, se va esta vez a casa con cinco partidos de antelación. Su anterior equipo, que vuela sin el luso, tumbó al Milan por un global de 7-2. Robben, al que en el Madrid le acusaban de fallar en los partidos importantes, evitó la eliminación del Bayern en Florencia con un golazo. También estará en cuartos. Una ronda que se le prohíbe al Madrid por sexta vez.

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