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El peor equipo de España

El Villacarlos, de Menorca, sólo ha ganado un encuentro, pero presume de ser el conjunto más querido 

P. G.-CARPINTERO

Villacarlos tiene dos cosas que le diferencian de cualquier punto de España. Se trate del primer lugar por el que el sol se asoma todos los días a nuestro país y, además, es el sitio donde juega el Atlético Villacarlos, este año el peor equipo español. El pueblo, también conocido como Es Castell, es pequeño (tiene 7.000 habitantes), está a pocos kilómetros de Mahón (Menorca), y su poder económico reside en el turismo y en el sector pesquero. Pero el fútbol se ha ganado un trozo del corazón de los paisanos.

Mario Wolstein es el presidente del Atlético Villacarlos y, a pesar de haber conseguido sólo una victoria en toda la temporada, se siente orgulloso de sus jugadores y más del apoyo de su afición. Somos el club más querido de Baleares. Allá por donde vamos, nos reciben con los brazos abiertos y eso es de agradecer, afirma Wolstein.

Al contrario de lo que se pueda pensar, el Atlético Villacarlos es todo un orgullo para su pueblo. Tenemos 310 socios y la afición prácticamente ha llenado el campo cada partido. De hecho, a pesar de estar descendidos, venían y nos animaban más si cabe, prosigue el presidente.

La única victoria del equipo menorquín, que ha militado en el Grupo XII de Tercera División, fue el 29 de marzo ante el Margaritense (3-0). Sus números son discretos. Ha encajado 86 goles en toda la temporada y sólo ha marcado 28. Los resultados del equipo no reflejan su actuación dentro del campo. Los diez primeros de la tabla lo han pasado muy mal en Es Castell y, claro, al final por un poco la falta de calidad, por otro la puntería, por otro... Buenos son muchas cosas. Quizá hemos merecido más. Pero estamos contentos, describe el máximo mandatario del equipo. Wollstein defiende esta satisfacción en la apuesta decidida del equipo por un fútbol mallorquín: Somos un pueblo pequeño y el 90% de nuestros jugadores son de Villacarlos y sienten los colores a muerte. Nuestra apuesta es el fútbol mallorquín y bueno. No salió del todo como pensábamos, pero también más por presupuesto que por filosofía.

Al contrario de lo que se puede pensar, las últimas seis semanas, en las que el equipo estaba descendido, ha sido un ejemplo de profesionalidad por parte de los jugadores del Villacarlos: Se ha dado una imagen digna. Los jugadores lo han dado todo y por eso hay que sacar una lectura positiva. Lo habremos perdido todo, pero moralmente somos el equipo más fuerte.

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