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Otra receta de Özil

Atado al fútbol exquisito del alemán, el Madrid remonta sin agobios el gol del Zaragoza. Los aragoneses aguantaron hasta que el talento ofensivo blanco derribó su plan de contención

ÁNGEL LUIS MENÉNDEZ

Si Mourinho no dicta lo contrario, el nuevo Real Madrid ha encontrado la receta. La escribió este sábado con letra bella e implacable en las jugadas del segundo y tercer goles. Consiste en dejar convivir sobre la hierba a futbolistas geniales y desequilibrantes como Granero, Kaká, Cristiano, Marcelo, Benzema y, sobre todo, Özil. Atado a tamaña calidad, el Madrid remontó este sábado sin inmutarse el gol inicial del Zaragoza y conserva su holgada ventaja en la cumbre de la clasificación liguera.

Vivir siete días de adrenalina pura se paga. Tras una semana de máxima intensidad provocada por el enfrentamiento copero con el Barcelona, el Madrid eliminado pero orgulloso de la imagen ofrecida en el Camp Nou regresó este sábado desmadejado. De relajado bajón. A ello ayudó el cartel del contrario, un Zaragoza colista y en pleno proceso de demolición institucional, y el plan de Mourinho.

Tras una semana de máxima intensidad, el Madrid regresó sereno y relajado

Aún es pronto para saber si al maquiavélico entrenador portugués es uno de los muchos que se confiesan convencidos por lo visto el miércoles en Barcelona. Mou, mal enca-jador de reveses, no ha deslizado ni una sola alabanza acerca de la exhibición de fútbol de sus muchachos. Y este sábado también se cuidó mucho de dar pistas al respecto. Sí, apostó de nuevo por la máxima exquisitez ofensiva Özil, Kaká, Cristiano y Benzema, pero enredó en defensa.

La lectura más benévola indica que, aprovechando la teórica debilidad de los aragoneses, decidió darles unos minutos de rodaje a Altintop y Carvalho. Les quiere en forma por lo que pueda venir y, de paso, era una inmejorable ocasión para regalarles la posibilidad de redimirse por lo sucedido en la ida de Copa, cuando ambos también fueron titulares en la derrota ante el Barça. El plan estuvo a punto de irse al traste a la primera, cuando el Zaragoza picardeó un nuevo saque rápido de falta para que Aranda y Lafita desnudasen la lentitud y desconexión del dúo de centrales lusos. Un gol que no tapa la fragili-dad exhibida por el Zaragoza.

Kaká volvió a marcar y a ofrecerse con criterio en varias acciones

El 0-1 no provocó sofoco algu-no. Por su pronta llegada (m. 11) y por la confianza con la que suele manejarse el Madrid en estos casos, acostumbrado como está a encajar goles en casa. Los blancos se levantaron, se sacudieron el polvo y decidieron poner la remontada en pies de Özil y en manos de Granero.

El alemán ha recuperado su mejor versión. O, incluso, está a punto de elevar un punto el nivel de excelencia mostrado durante la temporada pasada. Dio un recital en el Camp Nou y este sábado, más dosificado dada la exigencia menor del choque, apareció para sentenciar el encuentro con un pase el del 2-1 y con un gol (3-1). En ambas acciones, además, contó con la imprescindible colaboración de Marcelo, Kaká, Cristiano y Granero.

El Pirata, a punto de abandonar el club hace apenas unos días, amenaza con completar un motín que le llevaría a tomar el timón de la nave blanca. Si, como este sábado, persiste en marcar el paso del equipo, organizar los tiempos y dibujar pases y diagonales precisos, será difícil que Mou intente de nuevo arrojarlo por la borda.

Este nuevo Madrid no se prodiga en la cadencia de posesión de balón que ostenta el Barça. Ni falta que le hace. Ha descifrado el secreto de la maniobra justa, veloz y letal. Cuando mueve las piezas de forma acompasada y con el orden preciso, cuando sus atacantes aparecen aquí y allá fugaz y sutilmente, surgen vertiginosas combinaciones a un toque de muy difícil, casi imposible solución para el contrario. En un escenario de tan rauda solidaridad todos los actores adquieren idéntica importancia y, en caso de duda, Özil receta un par de píldoras mágicas e ilumina el camino.

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