Que Reyes pueda regresar al Sevilla en el mercado de invierno depende de que el jugador convenza a Gil Marín para que acepte una oferta a la baja. Una cantidad que se ajuste a lo presupuestado por Del Nido. Eso es lo que el presidente sevillista le ha dicho al jugador del Atlético y a su agente. Estarían encantados de recibirle, pero la presión la tiene que hacer él, pues el Sevilla no quiere problemas con Gil, con quien Del Nido tiene un trato familiar.

Reyes, que ayer volvió a ser baja en el entrenamiento por un nuevo proceso vírico, se ha mostrado dispuesto a cobrar menos, firmar un contrato por el tiempo que quiera el Sevilla y a lo que haga falta con tal de conseguir su gran anhelo, que no es otro que salir del Atlético. Según él, mientras esté Manzano será difícil verle otra vez alegre en el Atlético porque la relación está muy viciada. Reyes ha dicho incluso que si hay una mínima posibilidad de acudir a la Eurocopa, esta pasa por salir de inmediato del Atlético y tratar de convencer a Del Bosque en los próximos meses.

Pero el asunto parece una utopía. El Sevilla va a fichar, busca un segundo punta que pueda complementar lo que ya tiene, pero se encuentra con el problema del dinero. Además, no hay tiempo para probaturas o experimentos. Marcelino quiere algo contrastado, no un joven que sea ahora suplente en algún equipo europeo. Para eso prefiere quedarse con lo que tiene, como hizo cuando falló el fichaje de Giovanni Dos Santos. La fórmula ideal sería una cesión con opción a compra, pero no hay delanteros que se ajusten a ese perfil.