Este artículo se publicó hace 16 años.
Schuster estira el pulso
Ramón Calderón le sugirió que cuidase el trabajo y el alemán decidió no dirigir la sesión. El técnico prefirió quedarse en el despacho
La cuenta atrás para el Big Bang blanco continúa el curso preestablecido. El grado de inestabilidad en el Real Madrid aumenta con una periodicidad alarmante. La cuerda sigue tensándose y aunque el mensaje oficial representa un idílico escenario de paz y tranquilidad, lo cierto es que los hechos revelan todo lo contrario. La explosión parece inminente y el ambiente se hace más irrespirable en el club cada día que pasa.
Schuster, al que defendieron este martes Mijatovic y Calderón de todas las maneras posibles, volvió a hacerles un feo a sus jefes. Esta vez y tras la recomendación de su presidente de cuidar el trabajo diario, decidió permanecer en su despacho y dejó a Manolo Ruiz la responsabilidad de dirigir el entrenamiento. El técnico ya no cree en el proyecto y parece esperar sentado una llamada que le comunique el despido o intentar jugarse envites desafiantes que rompan definitivamente la relación.
Para los jugadores no fue una sorpresa. La pasada semana Schuster tampoco dirigió el entrenamiento en la previa del Real Unión. Pero sí supone un órdago al club, ya que fue precisamente esta actitud la que más reprendieron los directivos a Calderón en la improvisada junta montada tras la eliminación copera y fue uno de los puntos tratados en la reunión del vestuario blanco el pasado viernes.
Schuster conocía perfectamente la repercusión que iba a tener su acción. El presidente se encontraba presentando un acto en Valdebebas. Sabía que su absentismo iba a acuciar el nivel de irascibilidad de Calderón. "Ratifico lo que dijo el lunes Mijatovic. Mijatovic es el responsable de tomar esas decisiones, tanto en lo que se refiere al entrenador como a los jugadores y vamos a tener un poco de tranquilidad. Lo que tenga que ocurrir, si es que tiene que ocurrir, ya ocurrirá", afirmaba Calderón mientras su entrenador debía estar leyendo el dossier de prensa en su despacho. Aunque el presidente, como antes hizo su director deportivo, dejó una puerta abierta a la no continuidad de Schuster: "Seguro no hay más que la muerte".
El entrenamiento fue con menos jugadores de lo habitual por los encuentros internacionales, pero la mayoría de los pesos pesados (Raúl, Guti y Salgado) sí que estaban sobre el césped. Sólo Casillas faltaba de ese equipo de capitanes. Incluso, Robben se permitió el lujo de volver a pisar el césped.
Schuster sí que tuvo tiempo de alardear en el vestuario de lo sucedido tras el partido ante Valladolid. Según el club, Mijatovic obligó a Schuster a montar en el autobús y programar un entrenamiento voluntario a la mañana siguiente. Dicha información justificaba la ausencia final del alemán a ese entrenamiento porque debía trasladarse a Salamanca directamente desde Zorrilla para celebrar el bautizo de su hija. El alemán ironizaba en el vestuario sobre lo leído y lo utilizaba para desacreditar el rigor de la prensa. El técnico le recordó a los jugadores, alguno de los cuales está invitado a la ceremonia, que dicho bautizo está fijado para las próximas navidades.
Messi devuelve el guanteEn su intervención del lunes, Mijatovic metió al Barça por el medio cuando se preguntó con sorna qué habría pasado en el Madrid de haber sufrido la crisis azulgrana del año anterior. Este martes el Barça se sintió autorizado a entrometerse en la crisis blanca actual. "Schuster le dio mucho al Madrid para que en esta época ya le estén queriendo echar. No me parece bien que le cuestionen", dijo el argentino Messi, en un acto en Barcelona.
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