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Xavi enmienda a Valdés

El autogol del portero a los dos minutos incomodó al Barça, pero no alteró su estética ganadora (1-2)

ENRIQUE MARÍN

Con el Balón de Oro aún bajo el brazo, Messi no quiso ser menos que Cristiano Ronaldo y certificó la victoria del Barça en Kiev y su pase a octavos como primero de grupo con un sensacional gol de falta directa. Con un toque sutil, al más puro estilo Maradona, Messi sacó su zurda a pasear y colocó el balón justo debajo del larguero.

Guardiola confesó que no le salía comentar a su equipo que con 1-0 se clasificaban, aunque bastaron menos de dos minutos para que el Dinamo llevara estos guarismos al marcador. Valdés se autogoléo en una falta lanzada por Shevchenko y ligeramente desviada por Milevskiy, pues cuando parecía que el meta había atajado el balón, se lo introdujo en su portería en una acción que recordó a la de Arconada en la final de la Eurocopa 84.

Como no podía ser de otra forma, el gol inquietó al Barça, aunque sólo anímicamente, pues el equipo catalán no sabe jugar a otra cosa que no sea a llevar la iniciativa, tener el balón y enfilar una y otra vez, por dentro y por fuera, por arriba y por abajo, la portería rival.

El centrocampista, que jugó su partido cien de Champions, se adueñó del balón 

Mientras en Milán Inter y Rubín Kazan siguieran empatando, el 1-0 le valía al Dinamo para clasificarse junto al Barça, pero un gol de Etoo pasada la media hora recordó a los ucranios que deberían intentar salir de su campo, algo que no es que no quisieran hacer, sino que no pudieron, pues para entonces el balón ya era propiedad privada del Barça. El gol de Xavi fue la consecuencia del insistente merodeo azulgrana sobre la portería de Shovkovskiy.

Xavi jugó su partido número cien en la Liga de Campeones, competición en la que suma ya nueve ediciones. Dos de ellas las culminó como campeón y otras tantas como semifinalista. En la actual es difícil imaginar otro escenario que no sea la final del Bernabéu. Frente a los que se derriten en elogios a los futbolistas que emborronan las pizarras y desafían la lógica de las escuelas de entrenadores, Xavi es el estandarte del fútbol bien jugado.

Messi, con un golazo de falta, certificó la victoria y el pase a octavos como líder 

Junto a Iniesta, dignifica mejor que nadie el juego colectivo y no individual que es el fútbol. Su gol le sirvió al Barça para volver a poner las cosas en su sitio, como primero de grupo, y recordar que se puede ser un crack sin necesidad de exhibir abdominales o celebrar los goles en la intimidad de su ego. Con el empate y sin renunciar nunca a la victoria, al Barça le bastó con esconderle el balón al Dinamo para cumplir su objetivo, aunque faltaba el gol de Messi.

Si entendemos por retórica el arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover, el fútbol del Barça es retórico, aunque no por ello menos efectivo que otros que ni deleitan, ni persuaden, ni conmueven. Ahí están los títulos, uno tras otro hasta cinco esta temporada, que la semana que viene pueden ser seis en el Mundial de Clubes. Y por delante toda una temporada en la que el equipo de Guardiola se comerá el turrón como líder de la Liga, en octavos de la Copa y de la Champios como primero de un grupo durísimo. Un año inolvidable. El año de la estética ganadora.

Respiró aliviado Pep Guardiola, feliz después de que su equipo solventase con un triunfo el 'partido más importante del año', y también Xavi, que festejó la clasificación y el séptimo gol desde su debut europeo, en la temporada 1998-99, de la mano de Louis van Gaal. 'Ha sido perfecto: mi partido cien, el primer gol del partido y, sobre todo la clasificación del equipo, que era lo más importante', celebró Xavi, que se convirtió en el 16º jugador que más partidos ha disputado en la historia de la Liga de Campeones.

'Espero que los jugadores se den cuenta de lo que han hecho porque es muy grande: un éxito comparable a los del año pasado, dada la dureza del grupo. Creo que saldremos reforzados', afirmó Guardiola, eufórico. 'Es uno de los días más felices desde que soy entrenador; el grupo ha sido terrible, nos ha costado mucho y hemos sufrido muchísimo', confesó. 'Tenemos que celebrarlo e intentar emular al Manchester que, el curso pasado, fue el último campeón en superar los octavos', abundó el técnico azulgrana, que quiso felicitar a todo su equipo.

Sólo el estado de Messi, que concluyó el partido con un 'pequeño esguince' y es duda para el derbi ante el Espanyol, matizó la alegría de Guardiola, que aguarda el diagnóstico de los médicos. El argentino fue cazado minutos después de marcar el gol que le dio la victoria a su equipo en Kiev. Dado el poco tiempo que restaba para el final del partido, Guardiola no le sustituyó por nadie.

Cien partidos en la máxima competición europea y un gol salvador. La mejor de las celebraciones para un centenario, el de Xavi en Europa, que no hace sino confirmar al centrocampista catalán como pieza fundamental de un Barcelona que ayer selló su clasificación par los octavos de final de la Liga de Campeones como primero de grupo, mientras el Inter se hacía con la segunda plaza tras superar por 2-0 al Rubin Kazan / NOELIA ROMÁN

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