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Abengoa se asoma al abismo tras frustrarse su acuerdo de refinanciación

El grupo andaluz de ingeniería y renovables no logra que los acreedores acepten extender de nuevo el plazo para el cierre y ejecución del acuerdo para el tercer rescate de la empresa, pactado en agosto del año pasado.

La torres y los paneles solares de la planta Solucar, de Abengoa, en la localidad de Sanlucar la Mayor, cerca de Sevilla. REUTERS/Marcelo del Pozo
La torres y los paneles solares de la planta Solucar, de Abengoa, en la localidad de Sanlucar la Mayor, cerca de Sevilla. Marcelo del Pozo / REUTERS

Reuters

El grupo español de ingeniería Abengoa anunció el lunes que el plan de refinanciación que había preacordado con la banca para dar viabilidad a la empresa no podrá ejecutarse, al haberse agotado el plazo para el cumplimiento de una de las condiciones.

La operación estaba pendiente de la concesión de una ayuda de 20 millones que en principio iba a ser aportada por la Junta de Andalucía, pero que al no materializarse llevó a la empresa a pedir que se prorrogara el plazo para buscar fuentes alternativas de financiación.

Aunque el importe era pequeño en el contexto de la refinanciación, era necesario para que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) avale líneas de crédito ofrecidas por la banca, que finalmente no ha otorgado los consentimientos solicitados por la Sociedad para extender de nuevo el plazo para el cierre y ejecución del acuerdo de reestructuración, según informó el lunes.

"El Consejo de Administración de Abengoa celebrará de forma inmediata una sesión en la que (...) tomará las decisiones que le correspondan para proteger los intereses de Abengoa y de su grupo de sociedades, teniendo presentes así mismo a todos sus grupos de interés", dijo.

El pasado 6 de agosto, el grupo español anunció un acuerdo para una compleja operación de salvamento en la que habían participado organismos estatales, bancos acreedores, inversores y proveedores, y unas semanas después la sociedad individual Abengoa SA se acogía al preconcurso de acreedores.

La nueva crisis de Abengoa, que ya estuvo a punto de protagonizar la mayor quiebra de la historia empresarial de España en 2016, se desencadenó esta vez en el contexto de la pandemia de COVID-19, que ha reducido sus ingresos al mermar los proyectos de sus clientes y complicar las cadenas de suministro, sumándose todo ello a los problemas derivados de inversiones poco rentables y una elevada deuda.

La empresa señaló que la aplicación del acuerdo de reestructuración con los principales acreedores financieros supondrá un impacto positivo en el patrimonio neto consolidado aproximado de entre 3.000 y 3.300 millones de euros.

La cotización de Abengoa, que apenas supera el céntimo de euro por acción, lleva suspendida desde mediados de julio, cuando el grupo advirtió sobre su viabilidad si no refinanciaba sus deudas.

Según el informe de 2019 colgado en su página web, la deuda financiera a 31 de diciembre de dicho año era de 4.783 millones de euros, aunque dicha cifra asciende a casi 6.000 millones si se tienen en cuenta 1.165 millones de euros correspondientes a deuda de proyectos en venta. 

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