Los expertos fiscales coinciden en señalar que una alta inflación tiene efectos claros en los impuestos que pagan los ciudadanos. Es lo que llaman "progresividad en frío", que no es otra cosa que la distorsión que la inflación puede provocar en los impuestos directos. No adecuar los tramos del IRPF a la subida de la inflación genera un desfase que termina pagando el contribuyente.

¿Cómo afecta la inflación a los impuestos?

La cuestión es que el Impuesto de la Renta de la Personas Físicas (IRPF) es un impuesto progresivo, de modo que si se cobra más dinero, el ciudadano puede pasar de un tramo menos rico a uno más acomodado, viéndose obligado a contribuir con un porcentaje más alto. Esto puede ser un problema si la capacidad económica real no ha subido, como en los casos de inflación. De hecho, si la subida salarial es inferior a la de los precios, puede que el poder adquisitivo incluso disminuya.

La deflactación del IRPF es un mecanismo que puede evitar este desajuste.

¿Qué es la deflactación?

Esta medida lo que busca es ajustar los impuestos que se pagan con la evolución de los precios, de modo que los contribuyentes no estén aportando por encima de su poder adquisitivo real. Consiste en ampliar los umbrales por los que se pasa de un tramo a otro. Así, aunque haya aumentado la remuneración, el contribuyente continuaría aportando el dinero proporcional a su nivel adquisitivo. Esta medida no se lleva a cabo desde hace 14 años, y es que la última vez que se deflactó el IRPF fue con la desastrosa crisis financiera de 2008. Pero con los elevados niveles de inflación de los últimos meses, la reclamación de una deflactación del IRPF ha ido ganando protagonismo en el debate político.

¿Mejor tomar la referencia de la inflación o de los salarios?

Muchos expertos señalan que cuando aplica la deflactación se debe tomar como referencia el dato de la inflación a la hora de elevar los tramos del IRPF. Es más justo y proporcional que tomar la referencia de los salarios como ha hecho la Comunidad de Madrid. Estos mismos expertos recuerdan que también deberían tocarse las deducciones, los mínimos personales y las bonificaciones.

¿A quién beneficia esta medida?

El director general de la Agencia Tributaria, Jesús Gascón, advirtió de que la deflactación del IRPF supondría una disminución de los ingresos públicos y que "los únicos que no se beneficiarían de esa medida serían los contribuyentes con menos rentas", porque están exentos del impuesto. Pero en realidad, en el caso de la Comunidad de Madrid beneficia  a todos, sobre todo a los contribuyentes que ganan más, porque es a ellos a los queda más margen, tal como se puede ver en la siguiente tabla.