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La crisis de la promotora Evergrande amenaza al mercado inmobiliario chino

El grupo inmobiliario, con problemas de liquidez y una deuda de 305.000 millones de dólares, advierte que se puede ver forzada a suspender pagos.

El edificio China Evergrande Centre, en Hong Kong. REUTERS/Tyrone Siu
El edificio China Evergrande Centre, en Hong Kong. Tyrone Siu / REUTERS

Reuters

El grupo inmobiliario China Evergrande Group, con graves problemas de liquidez, ha contratado a asesores para examinar sus opciones financieras al tiempo que ha advertido de los riesgos de que se vea obligada a suspender pagos en un contexto de caída de las ventas inmobiliarias.

El gigante inmobiliario ha estado luchando por conseguir los fondos que necesita para pagar a prestamistas y proveedores, y los reguladores y los mercados financieros están preocupados por la posibilidad de que la crisis del grupo se extienda al sistema bancario de China y desencadene malestar social.

Evergrande comunicó que dos de sus filiales habían incumplido las obligaciones de garantía de productos de gestión patrimonial emitidos por terceros por valor de 934 millones de yuanes (145 millones de dólares). Esto podría "conducir a un incumplimiento cruzado", lo que "tendría un efecto material adverso en el negocio, las perspectivas, la situación financiera y los resultados de las operaciones del grupo", dijo en un comunicado a la bolsa de Hong Kong, sin proporcionar más detalles sobre los productos.

Fundada en Cantón en 1996, Evergrande, la promotora inmobiliaria con más ventas del país, era el paradigma de la era de préstamos y construcción en China, pero con un pasivo de casi dos billones de yuanes (305.000 millones de dólares) su posible colapso se anticipa como uno de los mayores en años en la segunda economía del mundo.

En los últimos años se han impuesto restricciones a la deuda y a la compra de terrenos, así como cientos de nuevas normas a los promotores chinos, como parte de un esfuerzo por reducir los riesgos financieros y promover la vivienda asequible.

Evergrande, que aceleró sus esfuerzos para reducir sus deudas en 2020 después de que los reguladores introdujeron límites, no tiene ningún vencimiento importante de bonos en el extranjero hasta principios del año que viene, pero el retraso en el pago a proveedores y de intereses de préstamos ha puesto de manifiesto una preocupación de larga data de los inversores.

Evergrande dijo que está hablando con posibles inversores para vender algunos de sus activos, pero que no ha hecho ningún "progreso sustancial" hasta ahora.

Imagen de marzo de 2016 del presidente de Evergrande Real Estate Group, Hui Ka Yan, en una rueda de prensa en Hong Kong, para presentar los resultados anuales del grupo. REUTERS/Bobby Yip
Imagen de marzo de 2016 del presidente de Evergrande Real Estate Group, Hui Ka Yan, en una rueda de prensa en Hong Kong, para presentar los resultados anuales del grupo. Bobby Yip / REUTERS

Ahora, sin acceso a nueva financiación, Evergrande no puede pagar a los proveedores, terminar los proyectos o elevar sus ingresos, lo que le ha llevado a contratar asesores y a advertir del riesgo de un impago. Esto, junto con una compra, una división o un rescate por parte de las autoridades chinas son los escenarios que está evaluando.

Si bien analistas han restado importancia a las comparaciones con el colapso en 2008 del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers, que provocó crisis en sus contrapartes y acabó por congelar los mercados mundiales, algunos inversores temen a un contagio.

"Si, como se espera, Evergrande incumple su deuda y se somete a una reestructuración, no veo por qué se contendría", dijo Michel Lowy, de la firma de banca y gestión de activos SC Lowy, que se centra en la deuda en dificultades y de alto rendimiento. "Hay otros promotores que sufren el mismo problema de falta de acceso a la liquidez y han crecido demasiado", añadió Lowy.

Otras preocupaciones son la exposición de los bancos y la determinación de los reguladores de seguir adelante con las reformas al mercado inmobiliario, a pesar de las señales de consecuencias perjudiciales.

La reacción se ha concentrado hasta ahora en el mercado de bonos y en las acciones de Evergrande, así como en las acciones y bonos de otros promotores como, entre otros, Guangzhou R&F Properties Co y Xinyuan Real Estate Co.

"La tensión está aumentando para el rinoceronte gris más evidente de China, es decir, el sector inmobiliario", dijo Alicia García Herrero, economista de Natixis.

El peligro de una venta forzosa

La preocupación más inmediata es que se produzca un colapso inmobiliario y no una crisis financiera al estilo de Lehman. Una venta forzosa de Evergrande podría derrumbar los precios, haciendo saltar por los aires a los promotores endeudados y paralizando un sector que supone una cuarta parte de la economía china.

"Lehman fue muy diferente, ya que atravesó el sistema financiero, congelando la actividad", dijo Patrick Perret-Green, un analista independiente con sede en Londres. "Millones de contratos con múltiples contrapartes, todo el mundo estaba tratando de resolver su exposición", dijo. "Con Evergrande se deprime todo el sector inmobiliario".

La exposición bancaria también es amplia y un documento filtrado de 2020, que Evergrande calificó de invención pero que los analistas tomaron en serio, mostró que los pasivos se extendían a más de 128 bancos y más de 121 instituciones no bancarias.

Sin embargo, los datos sugieren que la morosidad de los bancos comerciales fue de un manejable 1,76% el pasado trimestre, y en comparación con Estados Unidos, China tiene un control mucho mayor sobre su sistema financiero. También se considera que el impulso de las autoridades para reducir las deudas de los promotores aumenta la probabilidad de un ofertón inmobiliario.

"El gobierno ha trabajado incansablemente para impulsar el desapalancamiento en el abultado sector inmobiliario, por lo que es poco probable que ahora le lance un salvavidas a Evergrande", dijo James Shi, analista de deuda en dificultades del proveedor de análisis de crédito Reorg.

Una mujer pasa junto a un anuncio de Emerald Bay, una de las promociones de China Evergrande, en Hong Kong. REUTERS/Tyrone Siu
Una mujer pasa junto a un anuncio de Emerald Bay, una de las promociones de China Evergrande, en Hong Kong. REUTERS/Tyrone Siu. Tyrone Siu / REUTERS

Los analistas esperan cada vez más un colapso gestionado que busque proteger a los inversores más pequeños, con un centenar de ellos presentándose airadamente en la sede de Evergrande el martes, mientras tenedores de bonos se enfrentaban a una quita.

"No creemos que el gobierno tenga un incentivo para rescatar a Evergrande (que es una empresa privada)", dijo la analista Iris Chen de Nomura en una nota a los clientes. "Pero tampoco empujarán activamente a Evergrande a la baja y supervisarán un impago más ordenado, si lo hay, en nuestra opinión".

Si Evergrande quiere recuperar algo, primero debe encontrar compradores para sus activos, algo que le ha costado mucho hacer, ya que los posibles salvadores parecen contentos de esperar a que haya más dificultades.

El martes, Evergrande anunció en bolsa que no había podido completar la venta de su edificio de oficinas en Hong Kong "dentro del calendario previsto".

"Las continuas informaciones negativas de los medios de comunicación sobre el grupo han mermado la confianza de los posibles compradores de inmuebles", añadió.

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