Este artículo se publicó hace 4 años.
Emiratos Árabes se suma a Arabia en su promesa de aumentar la producción del crudo
Los precios del crudo se han contraído en casi un 50% desde el comienzo del año por el temor de que los miembros de la OPEP inunden el mercado en su pugna con Rusia.
Dubái/Moscú-Actualizado a
Los Emiratos Árabes Unidos se sumaron el miércoles a Arabia Saudí al prometer aumentar la producción de petróleo a un nivel récord en abril, con lo cual los dos productores de la OPEP intensifican su órdago a Rusia en un enfrentamiento que está sacudiendo los precios mundiales del crudo.
La producción de petróleo adicional que proyectan los dos aliados del Golfo equivale al 3,6% de los suministros mundiales, que se inyectará en un mercado global de los combustibles, para el cual se prevé que la demanda se contraiga en 2020 por primera vez en casi una década debido al brote de coronavirus.
Los precios del petróleo se han contraído en casi un 50% desde el comienzo del año por el temor de que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) inunden el mercado en su pugna con Rusia, después de que Moscú rechazara la semana pasada el llamamiento de la OPEP para que se apliquen amplios recortes a la producción y fracasara un pacto de recorte de la extracción que ha sostenido los precios desde 2016.
Así y con todo, Rusia dijo el miércoles que no revocará su decisión, ya que considera que el recorte de la producción carecerá de sentido si el brote de coronavirus afecta a la demanda más de lo esperado.
Arabia Saudí, que ya ha anunciado que en abril aumentará la extracción a la cifra récord de 12,3 millones de barriles por día (bpd), dijo el miércoles que impulsará su capacidad de producción por primera vez en más de una década.
La petrolera nacional de Emiratos Árabes Unidos, ADNOC, dijo que aumentará la producción de crudo a más de 4 millones de bpd en abril y que acelerará los planes para aumentar su capacidad hasta los 5 millones, un objetivo que previamente planeaba alcanzar para 2030.
Al aumentar el suministro, Riad y Abu Dabi añadirán 3,6 millones de bpd de petróleo adicionales en abril a un mercado ya de por sí inundado de crudo, en contraste con su volumen de producción actual, limitada por el pacto con Rusia que expira en marzo.
Por su parte, Moscú ha dicho que las empresas petroleras rusas podrían aumentar la producción hasta los 300.000 bpd e incluso posiblemente hasta los 500.000 bpd.
El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, dijo el miércoles que los planes de los saudíes de aumentar la producción "no son la mejor opción", afirmando que Moscú sigue abierto al diálogo con la OPEP. Pero un subordinado del ministro dijo a Reuters que cortar la producción tampoco es una opción.
"No podemos luchar contra una situación de caída de la demanda cuando no hay claridad sobre hasta dónde puede caer", dijo Pavel Sorokin a Reuters.
Argelia, miembro de la OPEP, dijo que se están llevando a cabo intensas discusiones sobre la situación, ante la cual el ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, Suhail al-Mazrouei, ha pedido un nuevo pacto sobre la producción. Pero Arabia Saudí dijo el martes que las conversaciones no tienen sentido a menos que conduzcan a un acuerdo.
Límites de desguace
La empresa estatal Saudi Aramco planea aumentar su capacidad desde los actuales 12 millones de bpd a 13 millones de bpd, según anunció su consejero delegado Amin Nasser, agregando que el incremento responde a una orden del Ministerio de Energía saudí.
"La empresa está esforzándose al máximo para aplicar esta directiva lo antes posible", dijo Nasser.
No se ha dado ningún plazo para la consecución de estos planes, que requerirán de una inversión de miles de millones de dólares.
El virus ha dado lugar a cuarentenas en algunas de las principales economías del mundo como China e Italia, interrumpiendo la actividad empresarial y haciendo caer los valores bursátiles en picado.
Moscú también ha afirmado que el apoyo a los precios tan sólo ha ayudado a impulsar la producción de Estados Unidos, más costosa, que se ha disparado por encima de la de Arabia Saudí y Rusia. Los productores estadounidenses tienen prohibido por ley participar en cualquier pacto sobre la producción.
El Gobierno de EEUU redujo sus proyecciones sobre la producción de petróleo del país para 2020, previendo que aumentará en 760.000 bpd y no en los 960.000 bpd que había estimado anteriormente, reduciendo en 330.000 bpd la de 2021 hasta los 12,66 millones de bpd.
Incluso después de que Abu Dabi y Riad hayan prometido aumentar la producción, la OPEP ha reducido drásticamente su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para este año, advirtiendo de que podría reducirse aún más.
El barril de Brent se desvalorizó un 4% y caía por debajo de los 36 dólares el miércoles, un precio superior al mínimo de en torno a los 31 dólares de esta semana, pero un 45% por debajo de los niveles de principios de año.
La influencia que ejerce Arabia Saudí en los mercados del petróleo es muy similar al papel de un banco central en los mercados financieros. El reino acumula casi el total de la capacidad de producción mundial, por lo que puede abrir o cerrar el grifo para hacer frente a los déficits o superávits de suministro.
Sin embargo, Arabia Saudí ha ido expresando cada vez con mayor frecuencia su frustración por tener que actuar como el principal "productor oscilante" del mundo, sosteniendo los precios con recortes mucho mayores que otros países, cuando sus reservas se cuentan entre las mayores del mundo y su petróleo entre los más baratos de extraer.
El choque entre Arabia Saudí y Rusia ha desencadenado la venta de acciones en Wall Street y otros mercados de valores que ya están sufriendo por el brote de coronavirus.
Las empresas petroleras de EEUU se han apresurado a reducir sus dividendos y gastos.
Se espera que las compañías petroleras de la energéticamente rica provincia canadiense de Alberta anuncien despidos y recortes a la exportación tras el desplome de los precios del petróleo, según adelantó el miércoles el gobernador de la provincia canadiense.
La última vez que Arabia Saudí sacó adelante un plan para aumentar su capacidad de producción se produjo hace más de una década, cuando invirtió 100.000 millones de dólares en medio de un auge de precios impulsado por el crecimiento de China. Desde entonces, las autoridades saudíes han renunciado a nuevas inversiones en este sentido.
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