Evergrande se dispara en Bolsa mientras las autoridades chinas le piden que evite el impago de su deuda

El gigante inmobiliario chino Evergrande se disparó este jueves en bolsa tras anunciar que afrontará el pago de intereses de unos bonos denominados en yuanes (aunque no había confirmado si hará lo propio con otros denominados en dólares, cuyo plazo también vencía este jueves).

Las títulos de la compañía que se negocian en Hong Kong repuntaron más de un 31% en la apertura de la sesión, mientras que al final de la jornada  el avance se había reducido a un nada despreciable 17,62%.

No obstante, los títulos de la inmobiliaria todavía cotizan un 91% por debajo del valor que alcanzaron en su punto máximo, en octubre de 2017. En lo que va de año, el valor de Evergrande se ha desplomado un 80% (un 40% en el último mes) por la preocupación de los inversores en torno a la compañía y su capacidad para afrontar sus pagos a inversores y proveedores.

Las autoridades chinas han pedido a China Evergrande Group que evite un impago a corto plazo de sus bonos en dólares. En una reciente reunión con los ejecutivos del grupo inmobiliario, los reguladores dijeron que la empresa debería comunicarse de forma proactiva con los tenedores de bonos para evitar un impago, pero no dieron una orientación más específica.

Por su parte, el diario The Wall Street Journal (WSJ) aseguró este jueves de que las autoridades chinas estaban pidiendo a los gobiernos locales que se prepararan para la posible caída de Evergrande, citando a responsables con conocimiento de las conversaciones. Según esta información del periódico estadounidense, se ha ordenado a los gobiernos locales que reúnan grupos de contables y expertos legales para examinar las finanzas en torno a las operaciones de Evergrande en sus respectivas regiones.

Las autoridades chinas pide a los Gobiernos locales que se preparen para una eventual caída de Evergrande, según 'The Wall Street Journal'

También se les ha ordenado que hablen con los promotores inmobiliarios locales, tanto estatales como privados, para que se preparen para hacerse cargo de los proyectos, y que establezcan equipos encargados de hacer cumplir la ley para controlar la indignación pública y los "incidentes multitudinarios", un eufemismo para referirse a las posibles protestas sociales, según el WSJ.

La inmobiliaria tiene que hacer frente al vencimiento de unos 37.000 millones de dólares de préstamos por devolver antes del final del primer semestre de 2022, una fracción de su pasivo total, que asciende a más de 300.000 millones de dólares. Los inversores son en su mayoría chinos, ya que los compradores nacionales representan el 80% o más de las tenencias de los bonos chinos offshore (emitidos en el exterior) denominados en dólares, según los analistas.

El presidente de Evergrande, Hui Ka Yan, instó a sus ejecutivos a última hora del miércoles a garantizar la entrega de propiedades de calidad y el reembolso de sus productos de gestión de patrimonio, que suelen estar en manos de millones de inversores minoristas en China. No mencionó la deuda de la empresa en el extranjero.

Los analistas dijeron que las medidas subrayaban la presión política sobre Evergrande, cuyo pasivo asciende al 2% del producto interior bruto de China, para que contenga las consecuencias de su crisis crediticia y proteja a los inversores particulares frente a los acreedores profesionales.

Evergrande, que encarnó el modelo de negocio de "pedir prestado para construir" y que en su día fue el promotor más vendido de China, tuvo problemas en los últimos meses cuando Pekín endureció las normas en su sector inmobiliario para frenar los niveles de deuda y la especulación.

Los inversores temen que el contagio llegue a los acreedores, incluidos los bancos chinos y extranjeros, aunque los analistas han restado importancia al riesgo de que un colapso provoque un momento Lehman Brothers, o una crisis de liquidez sistémica. El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, dijo el miércoles que los problemas de Evergrande parecen exclusivos de China y que no veía conexiones con el sector empresarial estadounidense.

Tras los temores iniciales, las bolsas europeas parecen estar más calmadas, y las ganancias han vuelto este jueves por tercera jornada consecutiva. 

El Ibex 35 se ha anotado una subida del 0,78%, hasta colocarse en los 8.876,9 puntos. El resto de bolsas europeas también ha presentado ascensos en la sesión, a excepción de Londres (-0,07%). Así, la bolsa de París ha subido un 0,98%; la de Fráncfort, un 0,88%; y la de Milán, un 1,41%.