El Banco Central Europeo (BCE) tendrá que seguir subiendo los tipos de interés para que la inflación vuelva a su objetivo a medio plazo del 2%, aunque la mayor parte del endurecimiento ya se ha llevado a cabo, ha afirmado este jueves el vicepresidente de la entidad, Luis de Guindos.

"Se ha recorrido una parte importante del camino y queda una parte por recorrer, seguramente la parte por recorrer sea más corta que la que se ha recorrido", ha resumido el exministro español de Economía y Competitividad en un acto organizado por PwC.

En este sentido, De Guindos ha reiterado que el Consejo de Gobierno del BCE tomará sus decisiones respecto de los tipos de interés en función de la inflación, con particular atención a la subyacente, además de cómo se transmiten las decisiones de política monetaria y de las nuevas proyecciones macroeconómicas, que la institución publicará en junio.

Los mercados esperan una nueva subida de 25 puntos básicos en la reunión de junio del BCE y posiblemente una más a finales de verano, seguidas de recortes de tipos a partir de principios del año que viene.

De Guindos ha asegurado que sigue preocupado por la evolución de la inflación subyacente, "que es especialmente preocupante en el caso de los servicios".

La inflación de la zona euro se aceleró el mes pasado hasta el 7,0% desde el 6,9% de marzo, confirmando los datos preliminares que apuntan a un crecimiento cada vez más tenaz de los precios entre las 20 naciones que comparten el euro.

"No sé cómo van a estar los tipos y no hay que creerse a nadie que diga cuál es el tipo terminal del BCE. Dependerá de los datos. De cómo evolucionan las condiciones de crédito y financiación y de cómo se transmite a la economía", ha explicado.

Por otro lado, el economista español ha destacado la buena marcha del mercado laboral de la zona euro, lo que tiene implicaciones para la demanda de los consumidores, cuando se prevé que el crecimiento se modere al entorno del 1%.

"Van a ser meses no sencillos. Hay aspectos positivos y también hay sombras", ha advertido, subrayando que la situación de tipos negativos no va a volver, al menos en los próximos años.

En cuanto a la estabilidad financiera de la zona euro, De Guindos ha hecho hincapié en la importancia de enviar una señal de prudencia a los bancos y ha recordado que no deben dejarse llevar por el impacto positivo de las subidas de los tipos de interés.

De Guindos también ha afirmado que la zona euro estaba preparada para crecer a un ritmo más moderado de alrededor del 1% en 2023, en línea con la previsión de principios de esta semana de la Comisión Europea, aunque la "parte positiva es que se ha evitado una recesión técnica".