Este artículo se publicó hace 3 años.
Herencia recibidaLa deuda pública creció más con los gobiernos de Rajoy que con los de Pedro Sánchez
El último jefe del Ejecutivo perteneciente al PP mantiene el récord de 65.000 millones al año, a pesar del desfase de las cuentas públicas derivado de la pandemia.
Vicente Clavero
Madrid-
La caída de la recaudación fiscal por el parón de la actividad económica y el coste de las políticas encaminadas a reducir el impacto social de la covid-19 hicieron que la deuda pública española creciera un 10,5% durante los once primeros meses de 2020.
A 30 de noviembre su volumen era de 1.313.000 millones de euros, según los datos adelantados esta misma semana por el Banco de España. Como consecuencia de ello, la deuda pública representa ya más del 114% del PIB, un porcentaje jamás alcanzado antes.
Cuando Pedro Sánchez se convirtió en presidente del Gobierno, tras el triunfo de la moción de censura presentada en mayo de 2018, el Estado debía 1.166.000 millones de euros, lo que significa que desde entonces la deuda pública ha subido en 147.000 millones.
Esa cifra es notablemente inferior a la que acumuló Mariano Rajoy durante su mandato (423.000 millones de euros), pero hay que tener en cuenta que él estuvo seis años y medio en la Moncloa, frente a los dos y medio que de momento lleva su sucesor.
De todas formas, si se anualizan las cifras, el resultado también es favorable Sánchez, con un incremento medio de la deuda pública de 58.600 millones al año, claramente por debajo de los 65.000 atribuibles a la gestión del último presidente del Gobierno del PP.
Rajoy siempre achacó a la "herencia recibida" el espectacular aumento que el pasivo del Estado experimentó mientras permaneció en la Moncloa, periodo en el cual la deuda pública española marcó dos hitos, al superar en 2014 el billón de euros y el 100% del PIB.
Sin embargo, aunque en su primer año se produjo la subida más fuerte (casi 150.000 millones de euros), en los cinco y medio restantes la cifra no dejó de crecer, incluso cuando empezó a tomar forma la recuperación económica.
Las cuantiosas subidas de impuestos llevadas a cabo al principio de la primera legislatura de Rajoy y sus controvertidas políticas de recortes no lograron frenar la deuda, a la que contribuyó significativamente el coste del rescate del sector financiero.
Ni siquiera José Luis Rodríguez Zapatero, que tuvo que lidiar los primeros años de la crisis, endeudó tanto al país, si bien es cierto que bajo su mandato comenzó la escalada. De los 389.000 millones de euros de abril de 2014 se pasó a 743.000 en diciembre de 2011, con una diferencia de 354.000 millones.
Mucho más moderado fue el incremento de la deuda en tiempos de José María Aznar: 96.000 millones de euros, a razón de 12.000 en cada uno de los ocho años que ocupó la Presidencia del Gobierno, a pesar de los importantes ingresos obtenidos por la privatización de empresas públicas como Endesa, Tabacalera, Telefónica o Repsol.
Con Felipe González, el endeudamiento se multiplicó por diez, debido a las necesidades financieras derivadas del proceso de modernización de la economía y de reforzamiento del estado del bienestar. Cuando ganó por primera vez las elecciones en 1982, la deuda ascendía a 22.000 millones de euros y cuando se retiró, trece años y medio después, estaba en 293.000 millones.
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