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Resultados trimestrales IAG, la dueña de Iberia, pierde 5.567 millones hasta septiembre y pide un sistema de test de covid-19 para los viajes

El grupo de aerolíneas, que calcula que la demanda de pasajeros tardará hasta 2023 en recuperar los niveles de 2019, insta a los gobiernos a que tomen medidas para restablecer la confianza de los pasajeros a la hora de volar.

Aviones de Iberia Express en la terminal T4 del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, en Madrid. E.P./Óscar Cañas
Aviones de Iberia Express en la terminal T4 del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, en Madrid.

agencias

El holding International Consolidated Airlines (IAG), que engloba a las aerolíneas Iberia, British Airways (BA), Vueling y Aer Lingus, registró unas pérdidas después de impuestos y partidas excepcionales de 5.567 millones de euros durante los nueve primeros meses de este año, frente a los 1.814 millones de beneficio de un año antes, debido a las restricciones de viajes derivadas por la crisis sanitaria del Covid-19, según los datos publicados por el grupo.

Según la compañía, los resultados se han visto afectados considerablemente por el brote del Covid-19, que ha tenido un efecto relevante a nivel global en los sectores de las aerolíneas y los viajes, particularmente desde finales de febrero de este año en adelante y "sin signos inmediatos de recuperación".

Por ellos, el consejero delegado de IAG , Luis Gallego, pidió a los gobiernos que adopten test de la covid-19 a los pasajeros antes de volar para incentivar la demanda "lo antes posible".

El consejero delegado subrayó en una breve teleconferencia que las cuarentenas han demostrado que "no son la solución" e insistió en la necesidad de que los gobiernos adopten pruebas del coronavirus antes de embarcarse porque "la gente quiere volar". Según indicó, el sector aéreo ha demostrado que el riesgo de volar es mucho menor que cuando se va al supermercado, por lo que piden a los gobiernos que estimulen el mercado "lo antes posible".

Asimismo, ha indicado que en el tercer trimestre, el grupo anunció una pérdida de las operaciones de 1.300 millones de euros antes de partidas excepcionales, comparado con un beneficio de las operaciones de 1.425 millones de euros el año pasado, si bien la pérdida total de las operaciones fue de 1.918 millones de euros, incluidas las partidas excepcionales relacionadas con las coberturas de combustible más los costes de reestructuración de British Airways y Aer Lingus.

Sobre una eventual vacuna, el directivo español admitió que llevará tiempo hasta que todo el mundo tenga acceso a ella, por lo que IAG pide, mientras tanto, los test antes del embarque. "Tenemos que evolucionar de la cuarentena a los test previos", resaltó varias veces el consejero delegado.

Al dar a conocer sus resultados, Gallego señaló que éstos demuestran "el persistente impacto negativo de la covid-19 en nuestro negocio, pero los constantes cambios en las restricciones impuestas por los gobiernos no han hecho sino agravarlos. Esto crea incertidumbre en nuestros clientes y dificulta la planificación eficaz de nuestro negocio".

Gallego resaltó que IAG continúa reduciendo su base de costes e hizo hincapié en que trabajan con los gobiernos para restablecer la confianza de los pasajeros a la hora de volar. IAG cree que la demanda de pasajeros tardará, al menos, hasta 2023 en recuperar los niveles de 2019. 

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