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La jefa del BCE avisa de que la variante delta puede retrasar la apertura total de la economía

La autoridad monetaria de la Eurocona decide reducir en el cuarto trimestre el ritmo de las compras semanales de deuda de emergencia para hacer frente a la pandemia, mientras mantiene en el 0% los tipos de interés.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el vicepresidente, Luis de Guindos, durante la comparecencia tras la reunión mensual del Consejo de Gobierno de la entidad monetaria de la Eurozona, en su sede en Fráncfort. REUTERS/Kai Pfaffenbach
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el vicepresidente, Luis de Guindos, durante la comparecencia tras la reunión mensual del Consejo de Gobierno de la entidad monetaria de la Eurozona, en su sede en Fráncfort. Kai Pfaffenbach / REUTERS

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha dicho en rueda de prensa que "el impacto de la pandemia es menos duro", pero la variante delta podría retrasar la apertura total de la economía. Lagarde afirmó que la economía de la zona del euro repunta claramente, pero el ritmo de mejora dependerá de la evolución de la pandemia".

Lagarde realizó estas declaraciones en una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, que decidió por unanimidad reducir en el cuarto trimestre el ritmo de las compras semanales de deuda de emergencia frente a la pandemia, respecto a los dos trimestres anteriores, porque han mejorado las condiciones de financiación. La entidad compra actualmente unos 80.000 millones de euros al mes a través de este programa de compras de deuda.

"Sobre la base de una evaluación conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación, el Consejo de Gobierno considera que se pueden mantener unas condiciones de financiación favorables con un ritmo de compras" de deuda de emergencia para hacer frente a la pandemia "ligeramente inferior al de los dos trimestres anteriores", señaló la entidad un comunicado, sin especificar a cuanto asciende esa reducción. Los analistas calculan que las compras se reducirían a entre 60.000 y 70.000 millones de euros en esos meses.

El BCE también mantiene los tipos de interés en mínimos históricos, sus indicaciones sobre su posible evolución futura, otras compras de deuda, sus políticas de reinversión y sus operaciones de financiación a plazo más largo. Así, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación, las subastas semanales, sigue en el 0%.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante la comparecencia tras la reunión mensual del Consejo de Gobierno de la entidad monetaria de la Eurozona, en su sede en Fráncfort. — Kai Pfaffenbach / REUTERS
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante la comparecencia tras la reunión mensual del Consejo de Gobierno de la entidad monetaria de la Eurozona, en su sede en Fráncfort. Kai Pfaffenbach / REUTERS

La presidenta del BCE subrayó subrayado que la reducción en el ritmo de compras de activos anunciada no es tapering, sino que únicamente es un "recalibrado" de los instrumentos. "La elección de palabras es importante. [La compra de activos] será moderadamente menor que lo que realizamos en el segundo y tercer trimestre", explicó Lagarde.

"La señora no va a retirar (los estímulos)", dijo la presidenta del BCE utilizando un giro que recuerda la famosa declaración de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher: "La señora no va a cambiar el rumbo" ("The lady's not for turning"). "Lo que hemos decidido hoy (...) por unanimidad, es calibrar el ritmo de nuestras compras para cumplir nuestro objetivo de lograr unas condiciones de financiación favorables. No hemos discutido lo que viene después", señaló.

Las elevadas tasas de vacunación en toda Europa refuerzan ahora las perspectivas de recuperación económica y los responsables de política monetaria se ven presionados a reconocer que lo peor ya ha pasado. Pero con el aumento de las tasas de infección en EEUU, que hace que la Reserva Federal dude en reducir sus estímulos, el BCE actuó con cautela: no señaló ningún otro movimiento, en particular cómo piensa desmantelar finalmente el programa de compras de emergencia para la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) de 1,85 billones de euros, que ha mantenido bajos los costes de los préstamos.

Pero al eludir la gran cuestión del fin exacto de las ayudas de emergencia, el BCE ha dejado esa polémica decisión para la reunión de diciembre.

Mejora de las previsiones

"La fase de rebote en la recuperación de la economía de la zona del euro avanza más. Se espera que la producción vaya a superar su nivel anterior a la pandemia a final del año", apostilló Lagarde. "Con más del 70% de los adultos europeos vacunados completamente, la economía se ha abierto en gran medida, permitiendo a los consumidores gastar más y a las empresas aumentar la producción", según la presidenta del BCE.

El BCE prevé que la economía de la zona del euro crecerá este año un 5%, frente al 4,6% que había pronosticado en junio. Lagarde ha añadido que el BCE prevé un crecimiento del 4,6% en 2022 (4,7% pronosticado en junio) y del 2,1% en 2023 (2,1%).

El BCE considera que la reciente subida de la inflación, que en agostó llegó al 3%, va a ser "en gran parte temporal" y las presiones alcistas sobre los precios van a aumentar lentamente. Lagarde hizo hincapié en que, pese a que las previsiones de inflación se han sido revisado al alza, prevé que "la inflación a medio plazo se situará bien por debajo del objetivo del 2%.

Así, el BCE pronostica una inflación del 2,2 en 2021 (1,9% pronosticado en junio), del 1,7% en 2022 (1,5%) y del 1,5% en 2023 (1,4 %). La entidad también prevé que la inflación subyacente, que descuenta los alimentos y la energía porque son más volátiles, será del 1,3% en 2021, del 1,4% en 2022 y del 1,5% en 2023, por lo que estas cifras también se han revisado al alza respecto a los cálculos de junio.

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