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El portugués BPI impulsa el beneficio de Caixabank en 2017, que llega a 1.684 millones

La entidad lusa aporta algo más del 10% de los resultados anuales del banco catalán, a pesar de los impactos negativos extraordinarios en el último trimestre por el deterioro de su participación un banco angoleño BFA a causa de la inflación.

Un hombre pasa junto a una sucursal de Caixabank en Barcelona. REUTERS/Yves Herman

Reuters

Caixabank aumentó un 61 por ciento su beneficio neto en el conjunto de 2017 gracias a la integración de BPI, que no obstante le penalizó en el cuarto trimestre al anotarse unos impactos extraordinarios negativos ligados a su participación en la entidad portuguesa.

El beneficio neto alcanzó los 1.684 millones de euros en el conjunto del año tras consolidar desde febrero BPI, que le ha aportado 176 millones de euros.

En un contexto de bajos tipos de interés, el margen de intereses - la diferencia entre lo que el banco cobra por los préstamos y paga por los depósitos - mejoró un 14,2 por ciento hasta 4.157 millones.

Los analistas consultados por Reuters esperaban de media un beneficio de 1.840 millones de euros y un margen de intereses de 4.741 millones de euros.

En una presentación de sus resultados, Caixabank dijo que esperaba que su margen de intereses aumente entre un 2 y un 3 por ciento este año.

Detalle de la sede de Caixabank en Valencia. REUTERS/Heino Kalis

Detalle de la sede de Caixabank en Valencia. REUTERS/Heino Kalis

Las acciones de Caixabank eran de las que más caían en la apertura, con un descenso del 3,5 por ciento frente al -0,65 por ciento del Ibex-35.

Los títulos de Caixabank han sido, junto con los de Sabadell y Bankinter, los que más se han revalorizado desde el inicio del año en el selectivo español, tras una deriva independentista en Cataluña que penalizó a los valores el año anterior y que les obligó a trasladar su sede social fuera de Cataluña.

En el cuarto trimestre estanco, Caixabank registró un beneficio neto de 196 millones, un 70 por ciento menos que en el trimestre anterior, tras anotarse impactos negativos extraordinarios por un importe de 90 millones derivados principalmente de un deterioro de la participación de BPI en el banco angoleño BFA a causa de la inflación.

No obstante, el beneficio del cuarto trimestre se duplicó frente al mismo periodo de 2016, cuando el banco tuvo que realizar fuertes provisiones por las cláusulas suelo.

El beneficio del cuarto trimestre quedó por debajo de los 353 millones que esperaban los analistas consultados por Reuters.

La ratio de morosidad al cierre del año se redujo al 6 por ciento desde el 6,4 por ciento a septiembre y la ratio de cobertura se situó en el 50 por ciento, misma cifra que en septiembre.

Las pérdidas por deterioro de activos financieros se situaron en 799 millones de euros mientras que la partida de otras dotaciones a provisiones ascendió a 912 millones de euros asociados a prejubilaciones y al saneamiento de la exposición en Sareb. 

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