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Así son las nuevas tarjetas ecológicas del Banco Santander

Banco Santander cambiará el PVC plástico de los más de 30 millones de tarjetas que tiene en Europa por compuestos vegetales reciclables. Tras su experiencia en Portugal y España, acelerará el lanzamiento de estos nuevos ‘plásticos sostenibles’ en toda la región.

Así son las nuevas tarjetas ecológicas del Banco Santander
Así son las nuevas tarjetas ecológicas del Banco Santander.

Cada gesto puede contribuir a cambiar el mundo y construir un fututo más responsable y sostenible. Y en una gran corporación, como Banco Santander, el compromiso con el medioambiente es un proyecto estratégico global donde cada iniciativa suma. El grupo financiero ha anunciado que en 2025 todas las tarjetas de débito, crédito y prepago en sus mercados europeos (España, Portugal, Reino Unido y Polonia) estarán fabricadas con materiales sostenibles, como el PVC reciclado y un sustituto del plástico derivado del maíz.

La entidad parte de su experiencia en Portugal y España, donde las nuevas tarjetas All in One, asociadas a la cuenta Santander One, son ya totalmente ecológicas. El nuevo material es el poliácido láctico (PLA), orgánico y biodegradable, que se elabora a partir de compuestos vegetales con un proceso de producción que ahorra energía y reduce a la mitad la huella de carbono. Santander estima que el cambio a las tarjetas ecológicas evitará la emisión de más de 1.000 toneladas de CO2 al año, lo que equivale al consumo de energía de casi 1.000 hogares. Además, una vez completado el proceso, el uso de plástico se reducirá en 60 toneladas anuales.

Esta iniciativa se acompañará de una simplificación de su oferta de tarjetas en Europa (actualmente cuenta con más de 30 millones), con un nuevo diseño moderno común que incluirá un logotipo de ecológico, un patrón único para cada segmento de clientes que permitirá identificarlas mejor y una muesca en la parte inferior para facilitar la accesibilidad de los invidentes. La simplificación de la oferta, con la reducción de más del 30% de la gama, hará que "sea más sencilla la experiencia de cliente y mejore la eficiencia", según explica el banco.

La sostenibilidad es, junto a la transformación digital, uno de los pivotes sobre los que descansa el futuro del sector bancario y la nueva forma de relacionarse con los clientes. Y Banco Santander ha tomado buena nota. El grupo anunció a comienzos de año su intención de alcanzar cero emisiones netas de carbono en 2050, tanto para la propia actividad del grupo -que desde el año pasado es neutro en carbono en sus operaciones internas- como para todas las emisiones de sus clientes derivadas de los servicios de financiación, asesoramiento e inversión que ofrece el banco.

El objetivo es que sus clientes se comprometan con la economía verde y ser su compañero de viaje en esta transición. Para ello, se ha trazado una ambiciosa hoja de ruta que tiene su primera parada en 2030: alineará su cartera de generación de energía eléctrica con el Acuerdo de París, dejará de financiar a los productores de energía que tengan más de un 10% de ingresos provenientes del carbón térmico y eliminará toda su exposición a las minas de carbón con finalidad energética en todo el mundo.

Primeros pasos para alcanzar cero emisiones netas en 2050.
Primeros pasos para alcanzar cero emisiones netas en 2050 (ampliar). 

Santander se sumó la semana pasada a la Net Zero Banking Alliance (NZBA), pro- movida por la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Unepfi). Este pacto sectorial agrupa por ahora a 43 entidades de 23 países y nace para movilizar el apoyo financiero necesario para construir una economía global de emisiones cero. Junto a la entidad cántabra están las españolas Caixabank, BBVA e Ibercaja, y otros grandes bancos internacionales como Credit Suisse, Citi, Deutsche Bank, HSBC, Lloyds, Morgan Stanley, UBS o BNP Paribas.

La entidad publicó hace dos años una detallada agenda con 11 objetivos de banca responsable, cuatro de ellos dirigidos a proteger el medio ambiente: movilizar más de 120.000 millones de euros en financiación verde, cifra que se elevará a 220.000 millones hasta 2030 (desde 2019 ha facilitado 32.640 millones); obtener todo el suministro de electricidad a partir de fuentes renovables (ya representa el 63% de la energía que consume, superando el objetivo del 60% fijado para 2021); reducir por completo los plásticos innecesarios de un solo uso (ha logrado reducir un 98%, a un paso del 100% de objetivo para 2021); y ser neutro en carbono (en 2020 sus emisiones netas fueron cero).

"La Covid ha provocado una crisis sanitaria global y un parón en las economías de todo el mundo, pero no ha frenado el cambio climático", explica Ana Botín, presidenta del grupo Santander. En su opinión, el sector financiero juega un papel fundamental "por una razón evidente: somos los que financiamos la economía". De hecho, Banco Santander es líder mundial en financiación de energías renovables, según el ranking de 2020 elaborado por Dealogic. "Queremos que las economías crezcan, por supuesto. Pero no podemos hacerlo a cualquier precio. Tenemos que romper el vínculo entre crecimiento y emisiones de carbono que están dañando el planeta. Por eso la energía renovable es tan importante", añade.

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