El sueño americano se pone precio: ser rico exige 2,2 millones de dólares
Los 'millennials' son los que más se sienten clase alta con una capacidad adquisitiva más boyante. Mientras, la recesión puede hacer perder a los multimillonarios estadounidenses 9 billones de dólares en la Bolsa.
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La radiografía social americana revela que el concepto de rico requiere traspasar una capacidad monetaria superior a los 2,2 millones de dólares.
Así lo refleja el resultado de una encuesta de la firma de servicios financieros Logica Research entre un millar de americanos, con la que define el umbral de la riqueza personal para tener la percepción, primero, y la consideración, después, de gran patrimonio.
La generación que más siente haber alcanzado tal estatus son los millennials, en un sondeo que deja un empate demoscópico técnico. Entre el 48% de los encuestados -bien profesionales o trabajadores cualificados de varios sectores productivos-, con la concepción de pertenecer a la clase alta.
El resto, el 52%, o no se considera rico o cree no disponer de la suficiente acumulación monetaria para ello. Aun así, unos y otros declaran tener un promedio de activos personales de 560.000 dólares, incluidos fondos de pensiones y excluidas propiedades inmobiliarias.
El 57% de los millennials se declaran con holgada salud financiera y demuestran el viraje mental entre generaciones en torno a la asunción del concepto de riqueza. Solo el 40% de los boomers dicen tener esa percepción.
Pese a ello, es el estrato demográfico que más disponibilidad posee, con una media de 692.000 dólares en sus cuentas bancarias y productos de ahorro o inversión financieros. Frente a los 410.000 de los representantes de la Gen X.
En 2019, según un sondeo de la Reserva Federal, la riqueza neta acumulada por cada familia en EEUU ascendía a 746.820 dólares, a razón de 121.700 dólares por persona. Con la mayor parte de esa valoración patrimonial en poder de la banda de edad que oscila entre los 65 y los 74 años.
Elon Musk, la última mayor fortuna del planeta declarada, tiene una riqueza individual estimada de 230.000 millones de dólares -cifra similar al PIB de Grecia-, según la valoración del Bloomberg Billonaire Index, que incluye a 199 personas, entre ellos Charles Schwab -aclara Business Insider- dueño de la firma Logica Reseach, con más de 10.000 millones de dólares de poder patrimonial.
Aun así, en un ejercicio de malabarismo ético, la mayor porción del censo de encuestados en la consulta demoscópica de Schwab incide en que el tiempo es más importante que el dinero. Pero con notables diferencias intergeneracionales. Los boomers lo creen en un 67%, frente al 56% de los millennials.
La recesión ya ha llegado a los ricos americanos
La amenaza de contracción económica en EEUU en la segunda mitad de este año se agudiza. Si bien, hasta el momento, no es una percepción que haya calado en el sueño americano. Al menos, el de su población más rica que, en contra de su voluntad, debería empezar a admitir un receso en sus capacidades de ingresos a corto y medio plazo.
El más brusco y rápido proceso de encarecimiento del dinero de la historia reciente de la Reserva Federal ha logrado contener ligeramente una inflación que aún navega un punto por encima del objetivo del 2%, mientras el desempleo se mantiene en cotas de plenitud, con una tasa del 3,6% que da margen a la autoridad monetaria para seguir apretando los tipos de interés, pese a que la debilidad reina en la estructura productiva de la primera economía global.
Sin embargo, y mientras se solventan las dudas predictivas, se ha instalado en el país la llamada richsession, término que pretende ser un acrónimo entre ricos y recesión con el que Wall Street Journal pretende alertar del "impacto desproporcionado" que se espera en la segunda mitad del año sobre las inversiones de los grandes patrimonios. Al margen de las burbujas especulativas que se han creado en torno a los activos fósiles y a los vinculados a la Inteligencia Artificial (IA).
El Wall Street Journal sitúa en la pesadilla bursátil al 25% de los estadounidenses con salarios más altos
Es decir, que el sistema de alertas del diario financiero estadounidense excluye de su escenario de riesgo a Musk o Mark Zuckerberg, por ejemplo, pero sitúa en la pesadilla bursátil a 25% de los estadounidenses con salarios más altos. Miembros con retribuciones personales superiores a los 90.000 dólares anuales, según la estructura oficial de remuneraciones de la Bureau of Labor Statistics.
En su advertencia, el análisis de Wall Street Journal recuerda que, a finales de 2022 y los meses iniciales de este año, se abrieron duros procesos de regulación de empleo en firmas como Meta o Goldman Sachs.
Y que los incrementos salariales para los trabajadores del 25% con retribución más baja se ha detenido en los últimos doce meses, como advierte la Fed de Atlanta en señal de que el mercado laboral podría detener su vigor en cualquier momento, mientras se paraliza los gastos de bienes de lujo, el signo pudiente que mejor anticipa una fase de corrección en gastos y consumo de las clases más favorecidas.
En una economía con elevados índices de desigualdad social y desproporcionado reparto de la riqueza, y con una fase de recesión en ciernes, el horizonte no está precisamente despejado. Ni siquiera para las 500 mayores riquezas individuales del planeta que acumularon en los primeros seis meses de este año 14 millones diarios de riqueza adicional en los mercados y que, de manera masiva, invierten en Wall Street, enfatizan los analistas del Billionaires Index de Bloomberg.
Una cesta de huevos a cambiar por 5 billones de dólares
Las preocupaciones de los ricos nunca se asemejan a las que ostentan, en términos más reales, las sociedades civiles en las que habitan. Pero, para comprobar la verdadera dimensión de esta corrección que parece adivinarse en la atmósfera bursátil americana, basta con comprobar que el arsenal de activos en situación de riesgo de pérdidas de las carteras de inversión patrimonial asciende a 5 billones de dólares. Por encima del tamaño de la economía de Japón, la tercera del planeta.
Es la cesta de activos cuyos huevos necesitarían ser diversificados hacia valores más estables en opinión de la Reserva Federal para afrontar el complejo semestre en vigor e incluye también los múltiples impactos que sufrirán las propiedades inmobiliarias por la escalada de los tipos.
Algunos analistas hablan ya de una sensación de despertar a una realidad familiar y personal de mayor pobreza tras el bienio de estímulos fiscales y monetarios de la Gran Pandemia, en el que los hogares americanos apilaron un montante de ingresos extraordinarios de unos 38,5 billones de dólares y lograron amasar una riqueza adicional histórica por la efervescencia del mercado de 142 billones, recuerda la Fed.
JP Morgan corrobora la predicción de la autoridad monetaria estadounidense y estima que son "al menos 5 billones" el remanente de riqueza en riesgo de evaporación en las plazas bursátiles por el estancamiento inflacionista con amenaza de recesión por el que atraviesa la coyuntura de EEUU al paso del ecuador de 2023. Y que podría elevarse "hasta los 9 billones" -la suma de los PIB de Japón y Alemania- a finales del ejercicio.
Los multimillonarios americanos han perdido 800.000 millones de dólares desde 2021
De hecho, dicen sus analistas, los milmillonarios americanos han perdido 800.000 millones de dólares desde que, a finales de 2021, los indicadores tocaron techo y empezaron una etapa de descenso en las cotizaciones, por las caídas de firmas de criptoactivos, el colapso de los bancos medianos en EEUU y las correcciones que están por venir y que arrastrarán también a inversores de ingresos medios y familias trabajadoras.
Su recomendación: "no engordar la cesta de huevos", sino "rediseñarla" y adecuarla a una fase aún de persistente inflación que requerirá sacrificios económicos y aminoramiento del gasto y de la disponibilidad financiera para invertir.
"Es de una lógica aplastante que se corrijan las desigualdades un poco, aunque, a decir verdad, nadie de los ricos va a sufrir"
"Es doloroso regresar a la realidad después de una etapa de fantasía bursátil como la del pasado ejercicio", admite John Norris, economista jefe de Oakworth Capital Bank, "pero es necesario que se perciba que el panorama está enrareciéndose y que las vacas empezarás a flaquear". En principio, "hasta comienzos de 2024", matiza Michael Feroli en una reciente nota a inversores de JP Morgan.
Los milmillonarios fueron los grandes triunfadores del comportamiento de las bolsas en 2020 y 2021. Pero ahora son los que más tienen que perder, alertan los autores del indicador de riqueza de Bloomberg.
"Es de una lógica aplastante que se corrijan las desigualdades un poco, aunque, a decir verdad, nadie de ellos va a sufrir", asegura Reena Aggarwal, directora del Centro Psaros de Política y Mercados Financieros adscrito a la Universidad de Georgetown, que reconoce "no descartar" un ajuste "de especial seriedad", si bien apuesta por un descenso de activos que, "sin pausa hasta final de año pero que no parece que, en principio, y salvo tensiones geopolíticas o financieras imprevistas, vaya a tener un intensidad importante".
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