Este artículo se publicó hace 17 años.
El AVE acerca Valladolid a Madrid en sólo 56 minutos
El crecimiento de la ciudad se dispara un 20%
Es la comidilla en las tertulias callejeras, en las emisoras locales y en los periódicos de la provincia. En Valladolid “casi no se habla de otra cosa”, reconocen en la Estación del Norte. No es para menos. Este sábado llega el AVE. Madrid y Valladolid, a 56 minutos de viaje, están más cerca que nunca.
Hasta ayer, este trayecto se prolongaba hasta tres horas. Lo mismo ocurre con Segovia, que, a partir de hoy, queda a 30 minutos de la capital de España.
Las expectativas que ha generado la alta velocidad en Castilla y León son enormes, y se nota en cuanto uno pisa Valladolid. La gente vive ilusionada la llegada del AVE. “Es cómodo, ahorras tiempo, es rápido y, aunque sea algo caro, vale la pena”, comenta Pablo, un joven profesor vallisoletano que viaja en tren a Madrid, al menos una vez al mes. Es la opinión mayoritaria. En la sala principal de la estación, Antonio, de Tordesillas, está convencido de que “toda la provincia va a salir beneficiada con esto del tren”. Por eso, la ciudad quiere aprovechar las oportunidades de desarrollo y expansión que supone.
Los datos avalan los deseos del edil. Un informe elaborado por la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Valladolid estima que se trata de una “auténtica revolución”, entre otras cosas, para el desarrollo urbano de la ciudad y su extrarradio. “Puede suponer un claro beneficio sobre el empleo, puesto que la cercanía con Madrid incrementa la movilidad”, señala León de la Riva. Hay unanimidad en que elsector de los servicios será el más favorecido.
Diez nuevos hoteles
Los hosteleros lo saben. Sólo en la capital, hay 13.000 puestos de trabajo directos en el sector de la hostelería y el turismo. El AVE va a ayudar a la renovación de esta oferta hotelera. Los cuatro próximos años abrirán sus puertas 10 nuevos hoteles, lo que supondrá 1.000 nuevas plazas. “Ahora debemos planificar acciones de promoción para incentivar que la gente venga a Valladolid”, explica Óscar Zapico, gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería.
Una de estas apuestas pasa por la promoción del enoturismo y la gastronomía, donde la ciudad está posicionada en el panorama internacional. Sin olvidar, por supuesto, el turismo de negocios y congresos.
Los números son optimistas: las previsiones de crecimiento para el próximo año son del 20%. Hasta ahora, la mitad de los congresos celebrados en Valladolid venían de Catalunya. “Barcelona está bien comunicada porque llegas en avión en hora y media. En cambio, Madrid nos caía muy lejos”, argumenta Gabriel Ureta, de la Oficina de Congresos de Valladolid. Curiosa paradoja.
El objetivo ahora es que el AVE lleve a la ciudad convenciones y congresos que antes se quedaban en Madrid. Aunque para eso haga falta construir un Palacio de Congresos, algo que ahora no existe y que va para largo: hasta que no se soterren los terrenos del corredor ferroviario, es probable que no se construya.
Soterramiento pendiente
El soterramiento es el gran quebradero de cabeza municipal. “Me inquieta el retraso, porque no es de recibo que la línea llegue a la estación en superficie. Las obras tardarán varios años. Es la gran asignatura pendiente”, reconoce el alcalde León de la Riva. Los expertos coinciden en que el soterramiento es el reto de la ciudad, la gran revolución del siglo XXI, el punto de inflexión.
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