Los organizadores del barco español que se unirá a la Segunda Flotilla de la Libertad con destino a Gaza se reunieron ayer con representantes del departamento que dirige Trinidad Jiménez para pedir al Gobierno español que, 'ante las presiones de Israel', diga que su iniciativa es 'legal'.

'Queremos que nuestro Gobierno se haga responsable de lo que pueda pasar en el Mediterráneo, en aguas internacionales', explicó tras la reunión Manuel Espinar, uno de los organizadores de la expedición española. 'El Gobierno tendría que advertir a Israel de que no van a permitir que nos ataquen en aguas internacionales, ya que no vamos a ir a Israel, ni a aguas de Israel', prosiguió.

El director general para el Mediterráneo, Magreb y Oriente Próximo, Juan González-Barba, desaconsejó la participación española en la flotilla integrada por unas 50 personas, por razones 'políticas' y de 'riesgo' para los ciudadanos participantes en la iniciativa.

Espinar, cuyo hijo fue detenido por Israel en la primera flotilla a Gaza hace un año, aseguró no entender que Exteriores no apoye como una iniciativa 'útil' el que 'la sociedad civil se mueva' para intentar levantar el bloqueo israelí sobre la Franja.

'Nos han dicho que el viaje no es oportuno, porque aseguran que por otras vías se conseguirá que se levante el embargo. En todo caso, pensamos que con sus acciones y las nuestras será más fácil que algún día el pueblo palestino sea libre. No negamos que [el Gobierno] siga haciendo presiones políticas', declaró el activista.

Además, entregaron en el Ministerio un listado con la carga que pretenden entregar a la oficina de la ONU en Gaza y que se compone de 'material escolar y quirúrgico'. Aseguran, asimismo, estar dispuestos a que se inspeccione su barco antes de salir.