Tenía que ser una noche de San Juan divertida y feliz pero acabó en tragedia: murieron 12 personas mientras cruzaban las vías del apeadero de Castelldefels Platja . Y aunque las víctimas y los familiares de los fallecidos hablaron de falta de luz y de negligencia, el juez del juzgado de instrucción número uno de Gavà (Barcelona) resolvió ayer que 'los fallecimientos fueron consecuencia de una imprudencia atribuible a los fallecidos'.

Como venía siendo costumbre en los últimos años, muchos jóvenes, sobre todo originarios de países latinoamericanos, viajaron hasta el apeadero de Castelldefels Platja para pasar la noche más corta del año en la playa. Pero las cosas se torcieron cuando una multitud bajó del tren y decidió cruzar las vías sin mirar. La mala suerte quiso que en aquel preciso momento el tren Alaris número 1202 procedente de Alicante pasase por el apeadero. El resultado fue de doce muertos y decenas de heridos.

Según el juez, que ha tenido acceso a testigos, a los datos obtenidos en la caja negra del tren, así como a los informes elaborados por los Mossos d'Esquadra y por el ente gestor ADIF, ha considerado que la actuación del maquinista fue 'la debida', ya que según la investigación este accionó las señales acústicas y el freno de emergencia cuando se percató de la presencia de un grupo de personas en las vías. Fue a causa de esta maniobra por la que el convoy tardó 39 segundos en detenerse completamente.

Además, según el magistrado, el paso inferior que tendrían que haber utilizado los pasajeros y no emplearon estaba debidamente señalizado e iluminado. El texto del juez también recoge el testimonio de uno de los testigos que manifestó que nada más arrancar el tren cercanías en el que llegaron las víctimas al apeadero 'la gente estaba deseosa' de que marchase el convoy 'para cruzar las vías'.

El consulado de Ecuador se plantea recurrir el auto del magistrado.