Este artículo se publicó hace 15 años.
Matas lamenta ver afectada de nuevo su imagen en el registro propio de un "capo"
Después deque su palacete del ex presidente balear fuese, ayer, objeto de un registro judicial
Rafael Perera, abogado del ex presidente de Baleares Jaume Matas lamenta hoy en su nombre que con el registro judicial practicado en Nochebuena en su casa de Palma se haya visto de nuevo quebrantada su imagen pública, en un acto judicial que califica de propio de un "terrorista" o un "capo".
En un comunicado enviado hoy a los medios, Perera narra cómo se practicó el registro judicial ayer tarde en la vivienda que el ex presidente del PP tiene en un palacete del centro de Palma, en busca de una caja fuerte que se creía oculta en el dormitorio del matrimonio Matas-Areal y que finalmente no apareció.
Matas está imputado por el juez titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, en el caso Palma Arena, dentro del cual se investiga un supuesto incremento irregular de su patrimonio cuando era presidente de la comunidad en la legislatura pasada.
"Si se investigase a un terrorista o a un capo del tráfico de drogas no se usarían recursos más contundentes y rigurosos que los que se utilizaron, la pasada Nochebuena, en el nuevo registro judicial practicado en la vivienda del ex presidente Jaume Matas", dice inicialmente el comunicado del letrado.
"Si se investigase a un terrorista o a un capo del tráfico de drogas no se usarían recursos más contundentes y rigurosos que los que se utilizaron"
Perera recuerda que durante el primer registro judicial de la casa practicado el 6 de noviembre ya informó al juez, previa llamada telefónica a Matas (que actualmente reside en EEUU), de que no existía ninguna caja fuerte y añade que entonces lamentó que el magistrado hubiera estimado que el ex presidente había "pretendido engañar al Juzgado".
El abogado explica que, sin embargo, ayer tarde recibió una llamada informándole del acuerdo de un nuevo registro en la vivienda, situada en la calle Sant Feliu, con el fin de, según el auto judicial, "localizar y abrir la caja de seguridad existente en la vivienda", por cuanto "la negación de la existencia de tal caja de seguridad (...) genera sospechas delictivas muy difíciles de justificar".
Aplazamiento de la diligenciaEn estas circunstancias, Perera indica que solicitó al juez un aplazamiento de la diligencia basándose en que, de existir la caja, podría ser localizada igualmente en días sucesivos "menos intempestivos que las horas de la Nochebuena", aunque su petición fue desatendida.
Por ello, el letrado se personó en el lugar para abrir la puerta a la comisión judicial, integrada por guardias civiles, el juez instructor José Castro y el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach.
El abogado denuncia que al llegar al edificio, y "pese al carácter rigurosamente secreto de la diligencia a practicar", se encontró con numerosos periodistas que "habían tenido previo conocimiento de la misma".
Según narra en el comunicado, una vez dentro de la casa, los agentes, provistos de detectores de metales y con la asistencia de expertos del Tedax "con aparejos propios para la detección de explosivos metálicos" y ayudados con carpinteros especializados, estuvieron reconociendo, durante horas, los armarios del dormitorio del matrimonio Matas.
En su búsqueda de dobles fondos o trampillas, denuncia Perera, "vaciaron todos sus cajones y estanterías, con el consiguiente manoseo (sin guantes) de ropa y efectos muy personales".
La infructuosa búsqueda motivó, añade el representante de Matas, que la autoridad judicial acordase que el carpintero que había montado los armarios fuese conducido desde su domicilio de la localidad mallorquina de Sa Pobla hasta la vivienda del también ex ministro escoltado por efectivos de la Guardia Civil, para finalmente confirmar la inexistencia de caja alguna.
"Ante la inutilidad demostrada de tal diligencia judicial -que ha tenido repercusión a nivel nacional, sobre todo por haberse llevado a cabo en la Nochebuena-, Jaume Matas lamenta haber visto afectada, de nuevo, innecesariamente, la intimidad de su casa, y concretamente de su dormitorio matrimonial", denuncia Perera en el comunicado.
Por otra parte, apunta que el ex presidente "deplora el nuevo quebranto que su imagen pública ha padecido" y confía en que, cuando haya prestado declaración ante el juez -para lo que está citado en marzo- y haya aportado pruebas, "quedarán aclarados suficientemente los nueve hechos delictivos que ahora le son achacados".
Según su abogado, entonces resultará además "evidenciado que todas las actuales imputaciones se reducen, en realidad, a una irregularidad de tipo fiscal, la cual, lógicamente, deberá ser objeto del adecuado tratamiento".
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