Este artículo se publicó hace 16 años.
Nuevos vídeos muestran ataques de vigilantes del metro a usuarios
Esperanza Aguirre reconoce "humildemente" que fue un error no denunciar las agresiones
Tres días después de que estallase la polémica sobre las agresiones de los vigilantes de Metro de Madrid a varios inmigrantes dentro del suburbano, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, entonó ayer el mea culpa. Aguirre reconoció "humildemente" que fue un error que Metro no denunciara las agresiones producidas el año pasado en el suburbano y ha asegurado que, a partir de ahora, cualquier actuación de ese tipo será denunciada inmediatamente.
"A partir de ahora, cualquier actuación delictiva, o con la apariencia de la que está grabada en las imágenes, será inmediatamente puesta en conocimiento de las autoridades porque consideramos absolutamente intolerable actuaciones de este tipo", señaló la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Ya son cinco al menos los vídeos que circulan por Internet y en los que se puede ver a empleados de la empresa de seguridad Prosegur agrediendo a distintos usuarios del suburbano madrileño. Hay guantazos, empujones y patadas. Los vídeos, fueron grabados el pasado verano y un anónimo los mandó a Metro de Madrid. Aguirre, que hizo declaraciones antes de inaugurar el primer Congreso Internacional de Metrobus, "confió" en que Prosegur despedirá a los agresores y recalcó que "no son empleados directos de Metro".
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, también aprovechó la ocasión para opinar. Tras la Junta de Gobierno, aseguró que espera que se ponga en marcha una investigación judicial sobre las agresiones en el "supuesto" de que hubieran significado "vulneración de derechos fundamentales de las personas".
Además,la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser) y los sindicatos UGT y CCOO condenaron las agresiones pero aseguraron que se trata "de casos aislados".
Aproser calificó las palizas a los inmigrantes como "carentes de cualquier tipo de justificación". "Son casos aislados, pero en todo caso inadmisibles", afirmó la patronal. En España hay más de 80.000 vigilantes de seguridad y, según Aproser, es el país de la Unión Europea que exige una mayor formación para poder ejercer como vigilante.
El sindicato UGT tuvo una reacción similar a la patronal y lamentó que "la actitud de unos pocos irresponsables" pueda afectar al prestigio profesional de la plantilla de Prosegur, "compuesta por 60.000 vigilantes íntegros y preocupados cada día por cumplir son su cometido de manera satisfactoria". El portavoz de CCOO en el sector de la Seguridad Privada, Javier Torrejón, exigió por su parte que no se criminalice a todo el colectivo de agentes, "que son los primeros interesados en que se depure a estos energúmenos". Torrejón calificó a los implicados en las agresiones como "mercenarios de la seguridad, que van de una empresa a otra en función de quién les paga más".
Prosegur ha presentado ante los juzgados de Instrucción de Madrid una denuncia para que se investigue lo ocurrido. Los responsables de la empresa aseguran que, en el momento que tuvieron conocimiento de los hechos, tomaron "las medidas disciplinarias más estrictas y la máxima sanción que puede imponer la compañía: el despido inmediato del supuesto agresor". Prosegur ha identificado a seis personas supuestamente implicadas que ya están "fuera" de la compañía.
Metro de Madrid también quiso recalcar, a pesar de
no haber presentado denuncia, que "siempre investiga" los hechos delictivos que puedan ocurrir en sus más de 300 kilómetros de red y que están vigiladas por unos 2.000 empleados.
Además, la Delegación del Gobierno ha ordenado a la Jefatura Superior de Policía que abra "una investigación exhaustiva" para esclarecer
lo ocurrido.
Al suelo a golpes
Dos trabajadores de Prosegur bajan unas escaleras del Metro. Al doblar la esquina, uno de ellos empieza a golpear en la cabeza a un viajero. Al segundo bofetón, el hombre cae de bruces contra el suelo. Cuando se agacha a recoger un papel, el encargado de seguridad le asesta una patada seca. Me estás haciendo perder tiempo y dinero", dice antes de reírse a carcajadas.
Esperando a la víctima
Un vigilante de gran envergadura aguarda la llegada de un viajero en un pasillo del Metro. Con las manos en la espalda, le sigue unos metros antes de golpearle dos veces en la cabeza. De propina, se lleva otro más en la espalda mientras sube unas escaleras.
¡Grabando!
Tras comprobar que un cómplice está grabando la escena, un vigilante de seguridad persigue a un viajero y propina un severo golpe en la cabeza por la espalda. "¿Qué está pasando?", pregunta el hombre aturdido. "Toma, ponte la gorra. ¡Vamos! ¡Fuera!", responde el agresor.
7 golpes en 20 segundos
Dos vigilantes suben unas escaleras mecánicas junto a un viajero. ¡Vamos!, le gritan mientras le dan bofetadas en la cabeza. En los 20 segundos que tardan en llegar al piso siguiente, recibe siete golpes. Al llegar, otro.
"Somos muy buenos"
Tres vigilantes reducen a un hombre con violencia contra el suelo. Varios usuarios observan la escena mientras un trabajador permanece de rodillas sobre la espalda del viajero. "En España somos muy buenos, y esto es lo que está pasando", se escucha.
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