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El policía de cabecera de Cospedal, enviado a un encuentro internacional sobre corrupción

El Ministerio del Interior elige a Andrés Gómez, jefe de Seguridad de la defenestrada Ciudad de la Justicia de Esperanza Aguirre y miembro del núcleo duro del Gobierno salpicado por la corrupción de Cospedal en Castilla-La Mancha, para representar al Cuerpo Nacional de Policía en un congreso anticorrupción en Viena.

María Dolores de Cospedal y Andrés Gómez.

MADRID.- El Ministerio del Interior ha elegido al inspector jefe Andrés Gómez para que represente al Cuerpo Nacional de Policía en un encuentro internacional celebrado en Viena sobre prevención de la corrupción. Se trata de la sexta reunión del Grupo de Trabajo Intergubernamental en el que participan diferentes policías europeas y se prolongará hasta el 2 de septiembre .

Gómez, que desde marzo desempeña el puesto de Jefe de la Sección operativa de Apoyo de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal), cuenta en su currículum con haber sido persona de confianza de dos polémicos gobiernos salpicados por la corrupción: el de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid y el de la secretaria general del Partido Popular en Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal.

Hasta el citado mes de marzo —cuando se convocaron las elecciones autonómicas— el inspector jefe había sido director de Análisis y Documentación en la Comunidad de Castilla-La Mancha. Según fuentes relacionadas con la seguridad de esa comunidad autónoma, “en realidad su puesto era el de director de Seguridad, pero la comunidad no tenía la consistencia como para nombrarlo en ese puesto”. Su sueldo estaba entorno a los 40.000 euros anuales y fue él quien solicitó marcharse a la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía Nacional, a las órdenes del comisario Eugenio Pino, antes de las autonómicas.

“Era la mano derecha de Cospedal, también en las investigaciones que encargaba la propia presidenta para asuntos que podían ser interesantes"

Según estas fuentes, “era la mano derecha de Cospedal en todo lo relacionado no sólo con la seguridad institucional de la comunidad, sino también con las investigaciones que encargaba la propia presidenta para asuntos que podían ser interesantes”.

Su relación de confianza con el Partido Popular viene de lejos. Andrés Gómez asciende a inspector de policía el 30 de marzo de 2000, fecha en la que el BOE publica la Resolución de la Secretaria de Estado de Seguridad. Al poco se convierte en persona de confianza de Juan Carlos Fernández, director de Seguridad en la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid hasta 2007 y posteriormente director de seguridad del Campus de la Justicia, la macro obra de Esperanza Aguirre en la que se han perdido más de cien millones de euros.

Es esta empresa mixta la que contrata los servicios de Gómez. Cuando el Gobierno de la Comunidad de Madrid se ve sacudido por el espionaje interno entre los consejeros del PP —Alfredo Prada, Ignacio González y Francisco Granados— algunas fuentes lo siguen situando en la Ciudad de la Justicia, pese a que su jefe ya había sido defenestrado. Es en esa época cuando, presuntamente, el director general de Seguridad de la Comunidad de Madrid, Miguel Castaño, entró en el despacho de Juan Carlos Fernández en la Ciudad de la Justicia y se llevó un ordenador buscando, según se publicó en su momento, informes comprometedores contra Francisco Granados, que en esas fechas era ya Consejero de Interior de la Comunidad de Madrid y en la actualidad está la prisión de Estremera que inauguró en julio de 2008.

Amistades peligrosas

Después de esta experiencia regresó a la Policía como jefe de Prensa de la Comunidad de Madrid. En ese puesto, en 2010, recibió una medalla al mérito por parte de la Guardia Civil. Es entonces cuando María Dolores de Cospedal lo recupera como persona de confianza en la comunidad castellano-manchega.

Algunas fuentes policiales apuntan a que su “amigo”, el comisario José Villarejo, fue quien recomendó a Cospedal y sus allegados que escogiera a Gómez para ese puesto. Su entorno, sin embargo, asegura que fue un comisario ya jubilado. Lo cierto, es que en los últimos meses el inspector jefe ha entrado en conflicto con uno de sus compañeros de trabajo mientras estaba en Madrid debido a Villarejo: el ex comisario de Chamartín, Jaime Barrado, que investigaba al comisario José Manuel Villarejo en un caso relacionado con el narcotraficante indio Harischadra Taranchand Varma.

El comisario Eugenio Pino le encargó a Gómez la investigación sobre el comisario Jaime Barrado por una posible coacción al abogado de Varma. Por este expediente disciplinario y por una denuncia del abogado de Vama, David Jiménez, Barrado ha sido suspendido de empleo y sueldo. Sin embargo, según ha sabido Público, el informe elaborado por Andrés Gómez no tuvo en cuenta que existe una resolución judicial en la que Varma dice que las acusaciones que ha vertido sobre otro abogado y un policía son falsas y manipuladas por el letrado David Jiménez. Eso era lo que Barrado investigaba.

Debido a este expediente, las pesquisas del comisario Barrado sobre José Manuel Villarejo y otros policías adjuntos a la DAO han sido paralizadas, entre ellas la de las amenazas y el apuñalamiento a la doctora Elisa Pinto por parte del presunto agente encubierto.

Recientemente, el hermano del inspector Andrés Gómez ha sido absuelto por el juez Andreu de la Audiencia Nacional de su imputación por colaborar con la trama de Gao Ping. Andreu tuvo que renunciar al caso Emperador en un primer momento en lo concerniente a estos policías, al ser conocida su amistad con uno de los mandos, el comisario Carlos Salamanca.

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