El portavoz de Jueces para la Democracia dice que es "baratísimo" responsabilizar sólo a Tirado

El portavoz de Jueces para la Democracia (JpD), Miguel Ángel Gimeno, cree que sale "muy barato" hacer al juez Rafael Tirado único responsable del llamado "caso Mari Luz" y no descarta más protestas de los magistrados si no hay cambios en la Justicia que remedien las carencias que lo provocaron.

En una entrevista, Gimeno, magistrado de la Audiencia de Barcelona, admite que en la carrera judicial se vive una situación de "gran enfado" y asegura que el nuevo Consejo General del Poder Judicial aún "se tiene que ganar" la confianza de los jueces.

¿Habrá nuevas protestas de los jueces después de las llevadas a cabo el pasado día 21?
Si vemos que la Justicia progresa nos sumaremos a colaborar. Otra cosa es si vemos que se olvidan rápidamente los problemas de la Justicia hasta el próximo "episodio sonoro" y que vuelve entonces a buscarse un responsable. En el fondo es muy barato buscarse un responsable, sancionas a un responsable y te olvidas de todo lo demás. Eso es baratísimo.

En la carrera judicial se vive una situación de "gran enfado"

¿Jueces para la Democracia apoyaría un paro judicial?
La verdad es que yo no desearía que hubiera protestas más duras que no pudieran ser interpretadas bien por la sociedad porque queremos que sea ésta la que se beneficie. No puede descartarse, pero dependerá de la voluntad que se vea en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y sobre todo en el Gobierno y las Comunidades Autónomas.

¿Se sentirá presionado el CGPJ para resolver sobre la sanción al juez Tirado?
Es difícil que no se sienta por mucho que quiera, porque es difícil sustraerse a la presión mediática. Lo que hacemos los jueces es no utilizar criterios políticos o de oportunidad, sino criterios de mera legalidad. Creo que el CGPJ será criticado en cualquier caso, pero si actúa con estos criterios habrá cumplido con lo que debe cumplir.

¿Habrá un margen de confianza para el nuevo CGPJ?
Antes los jueces no nos sentíamos representados por el Consejo y éste se lo está ganando, pero se lo tiene que ganar más todavía. Creo que el CGPJ se está moviendo, el anterior Consejo no fue precisamente edificante y el actual lleva muy poco tiempo, pero yo diría que el camino es bueno. Vamos a darle un margen de confianza, pero vamos a estar encima.

En este momento y tras las protestas del día 21, ¿qué radiografía hace de la situación en la Administración de Justicia?
Todavía se mantiene dentro de la carrera judicial un gran enfado en términos generales. No es que no existiera anteriormente, pero se manifiesta por unas circunstancias que revelan la carencia de medios de toda naturaleza, no sólo medios materiales, sino también de un diseño de la Justicia. Los jueces sienten que trabajan mucho y en pésimas condiciones y que eso no es reconocido por nadie.

¿Hay corporativismo en las quejas de los jueces?
Se les está exigiendo un nivel que ellos son conscientes que podrían dar, pero que no pueden dar en estas condiciones y eso molesta muchísimo. Molesta incluso más que temas de carácter reivindicativo personal como pueden ser las remuneraciones o las jornadas laborales. Al margen de cuestiones corporativas, que siempre existen, hay una voluntad de que el servicio público funcione.

¿Que opina de la decisión de Garzón de investigar por la vía penal las desapariciones durante la Guerra Civil y el franquismo?
Es un tema complejo, dentro de JpD hay diversas posturas. La verdad es que si lo que se pretende conseguir es que los familiares de las víctimas y las propias víctimas tengan un reconocimiento social y una reparación en su dignidad, un proceso penal no está para eso. El proceso penal está para otra cosa.

¿Qué futuro le augura a esta investigación?
Es difícil que pueda prosperar porque la finalidad de un proceso penal es poder sancionar a alguna persona que haya realizado una conducta ilícito penal. La verdad es que me resulta difícil pensar que existan responsables vivos. Si lo que vamos a constatar es que han muerto lo que estamos haciendo es mantener abierto un proceso que no puede concluir en un juicio.