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Rajoy antepone el déficit a las pensiones

El presidente del Gobierno no tiene decidido si pedirá el rescate ni qué condiciones aceptará, porque la prioridad es el cumplimiento del objetivo del 6,3% impuesto por la UE

ANA PARDO DE VERA

Después de ocho meses de Gobierno, el presidente Mariano Rajoy ha concedido su primera entrevista a seis periodistas en TVE (María Casado, de Los Desayunos de TVE; Anabel Díez, de El País; Victoria Prego, de El Mundo; Ignacio Camacho, de ABC; Carmen del Riego, de La Vanguardia, y Pilar Gómez, de La Razón). Sin salirse apenas de las líneas habituales de su discurso sobre un rescate que no está decidido y sí en proceso de estudio, Rajoy ha asegurado que 'no tiene interés en tocar las pensiones' y que ha dado instrucciones al ministro de Hacienda, que está diseñando los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2013, para que siga esta prioridad.

Sin embargo, el jefe del Ejecutivo no quiso entrar en qué condiciones aceptaría ni las que no a cambio de un rescate. 'No voy a anunciar cuáles son las líneas rojas', sostuvo ante la insistencia de los periodistas sobre si éstas estaban en las pensiones, el desempleo o los salarios públicos. Fue, sin duda, en la pregunta de la noche.

'Las condiciones no las pone el BCE, sino el conjunto de la UE', aclaró Rajoy, aunque para el presidente, el hecho del que el Banco Central Europeo ya haya confirmado que 'el proyecto del euro es irreversible, ha abierto una ventanilla' por la que nos pueden dar el crédito. De hecho, recordó, desde que el banco europeo anunció su intención de comprar deuda en el mercado secundario a los países en dificultades, éstos 'ya se puede financiar más fácilmente', obviando que la razón de la caída en picado de la prima de riesgo en dos días es que los mercados dan por hecho que España pedirá el rescate y el BCE inyectará la ayuda. Una ayuda que, por cierto, Rajoy sostuvo no haber pedido al BCE: 'Yo no he hecho ninguna presión para que el BCE compre bonos, aunque me gusta'.

Para el presidente, sin embargo, la petición de rescate no está clara: 'Yo no tengo decidido que vaya a solicitar la ayuda al BCE. (...) Hay personas que están convencidas de lo que va a pasar, pero yo no (...). No se puede trabajar a la ligera'. En este sentido, Rajoy reprochó a los periodistas que le hablaran  de tocar las pensiones, cuando en el Gobierno 'no hemos hablado con nadie de este asunto' e insistió poco después en que a él, ni la UE ni nadie le habían 'pedido nada'.

El jefe del Ejecutivo recordó que en los Presupuestos de 2012 hay dos partidas que han subido: la destinada al pago de intereses de la deuda y la de las pensiones. Por ello y porque 'el pensionista lo tiene más difícil que todos los demás', aseguró: 'No tengo ningún interés' en tocar esta partida, y así dijo que se lo había trasladado a Cristóbal Montoro. 'Los pensionistas serán tratados de la mejor manera posible', aseguró.

Rajoy insistió, no obstante, en que el problema de las pensiones reside en que 'las pagan quienes trabajan', a través de las cotizaciones a la Seguridad Social. Desde 2007, recordó, hay 2,6 millones de personas que no cotizan y 600.000 pensionistas más.

El presidente del Gobierno adelantó que el proyecto de PGE 2013, que aprobará el Consejo de Ministros del 27 de septiembre, se centrará en el cumplimiento del objetivo de déficit (4,5% para el año que viene), que se va a respetar de la misma forma que el señalado para 2012 (6,3%). Rajoy se comprometió a no tocar el IVA, ni el IRPF, ambos que bajará en cuanto pueda, quiso subrayar. Habrá cambios en el impuesto de plusvalías y se incorporarán impuestos verdes, añadió, sosteniendo asimismo que 'el año que viene no va a ser tan malo como éste'.

El paquete de recortes e impuestos por valor de 30.000 millones anunciados por el presidente de la República Francesa, François Hollande, fueron citados en varias ocasiones por Rajoy a lo largo de la entrevista para reafirmarse en su posición de que ha tomado medidas que 'en una situación normal, no habría tomado'. El jefe del Ejecutivo, sin embargo, no se refirió al anuncio de Hollande -ni a nada similar- de imposición máxima de un 75% sobre las rentas superiores al millón de euros.

Sí defendió la reforma laboral que hizo su Gobierno como una de las medidas que, junto a la reforma financiera, en su opinión, estimulan el crecimiento 'que tanto gusta a Hollande' y crean empleo. Gracias a la nueva legislación laboral, el presidente cree que hoy, los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) no siempre consisten 'en echar a gente a la calle', sino, por ejemplo, en dejar en suspensión su trabajo un tiempo limitado.

'La reforma laboral ha funcionado muy bien y, cuando haya actividad económica -garantizó Rajoy-, será un instrumento decisivo para que España dé un salto adelante'. De hecho, según el jefe del Ejecutivo, si en 2007, cuando se empezaron a destruir casi tres millones de empleos, 'hubiera una legislación laboral que diera alternativa al despido, esto no habría pasado'. Y reprochó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero haber hecho dos reformas y quedarse 'corto'.

Aunque pida el rescate y tenga que asumir más condiciones impopulares y que no se incluían en su programa electoral de 2011, el presidente del Gobierno y el PP no tiene intención alguna de 'plantear una cuestión de confianza, porque no tiene ningún sentido en este momento'. Rajoy entiende el descontento de los españoles, pero también aseguró que había sentido 'la comprensión de muchos' otros. Apeló a la mayor absoluta, que es 'muy buena y muy importante' por la 'estabilidad política' que genera, aunque garantizó que explicará por qué ha tomado la decisión del rescate, si la toma.

El presidente apeló en varias ocasiones, durante toda la entrevista, a la herencia del 8,9% de déficit 2011 que recibió del anterior Gobierno, frente al 6% que el PP tenía previsto. 'Cuando la UE se enteró [del desvío], eso hizo mucho daño a España', informó. Sin embargo, Rajoy aseguró estar convencido de que el PP se presentó ante los españoles y éstos le dieron 'un mandato para que España recuperase el crecimiento y creara empleo', que es lo que están haciendo. No obstante, aclaró, 'sería absurdo pretender que la gente estuviera contenta con estas medidas' y admitió que quizás 'no las explicamos bien', aunque no mostró inquietud alguna por que haya un aumento de la conflictividad social.

El presidente dejó constancia el significado que otorga a una victoria en las elecciones gallegas, porque Galicia 'es mi tierra'. Aseguró que Alberto Núñez Feijóo 'es un buen presidente de la Xunta' y que 'tiene mucha confianza en los gallegos'. Recordó sobre el que llaman su delfín que tomó las riendas del Gobierno gallego en 2009 y en circunstancias muy difíciles tras el fin del bipartito PSdeG-BNG, pero que Feijóo tomó medidas que también debería haber tomado entonces el Ejecutivo de Zapatero. Rajoy sentenció que los gallegos tienen dos opciones claras: una es que gobierne el PP y otra, que lo hagan 'seis o siete partidos'.

Sobre el resultado del PP en las elecciones en Euskadi, Rajoy no se pronunció, pero sí se mostró satisfecho de haber apoyado al Gobierno de Patxi López casi toda la legislatura. 'El PP creyó que era bueno para el País Vasco que, después de 30 años de nacionalismo del PNV, hubiera un Gobierno distinto' y aseguró que se votó al PSE 'sin pedir nada a cambio', porque 'es bueno que haya alternancia'.

Aunque en ningún momento citó a la nueva formación concurrente a los comicios, la abertzale Bildu, admitió que el escenario actual 'es distinto, porque son más fuerzas políticas' las que se presentan 'porque lo ha dicho el Tribunal Constitucional'.

Sobre los críticos de su partido con la concesión de la prisión condicional al etarra enfermó Josu Uribetxeberria Bolinada, Rajoy quiso recordar que él también fue ministro del Interior 'en momentos que no eran fáciles'. Recordó que el enfermo 'es un criminal', pero un enfermo 'que lleva 50 días en el hospital y pesa 47 kilos'. La decisión de excarcelarlo 'había que tomarla', aseguró, porque 'las leyes no quieren que nadie muera en la cárcel'.

A preguntas de los periodistas, el jefe del Ejecutivo admitió que hablaba con el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, 'más de lo que la gente se cree' y celebró la 'coincidencia' esencial en los temas en que él cree que deben ir 'juntos' (unión fiscal, bancaria,...), tal y como confirmaron las conclusiones del Comité Federal del sábado relativas a la UE.

Por último, el presidente del Gobierno pidió a la Generalitat de Catalunya que gobierna CiU y en la Diada se manifiesta por la independencia que se ocupe de 'establecer las prioridades y de saber en dónde estamos cada uno'. 'En este momento -subrayó-, lo que no toca es lío y polémica (...) En España no estamos para grandes algarabías'.

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