Este artículo se publicó hace 15 años.
Saura exige la "dimisión en bloque" del Constitucional
Montilla desautoriza de forma fulminante al presidente de ICV y conseller de Interior catalán
Joan Saura viajó ayer a Madrid. Aparcó su habitual discreción. Quiso manifestar, sin zigzags, la inquietud que en Catalunya se cierne sobre el futuro del Estatut. Lo logró. Lo que dijo retumbó a 600 kilómetros, en Barcelona.
Invitado a un desayuno informativo por el Fórum Europa, el conseller de Interior y Relacions Institucionals de la Generalitat reclamó a los 11 miembros del Tribunal Constitucional (TC) un “gesto de valentía”, que “dimitan en bloque para facilitar la renovación” del órgano. Es “lo mejor” que pueden hacer, añadió, para que por fin pueda ver la luz la sentencia sobre el Estatut. Saura arriesgó demasiado. Horas después, el PSC y el presidente del Govern, José Montilla, le desautorizaron de forma explícita. También se le echó encima el PP y, sorpresivamente, CiU. Sólo ERC halló “muy loable” el deseo expresado por el conseller.
está «deslegitimado»
y sometido a
«influencias políticas»
No fue un desliz del presidente de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV). Saura ya tenía tejidas las líneas de su discurso antes de su intervención. No esperó a las preguntas de la prensa. Empezó argumentando que el TC se halla “deslegitimado”, por su profunda “división” interna, debida a “claras influencias políticas”.
Y es que el Constitucional vive en estado de convulsión. Ha gastado tres años y aún no ha emitido su fallo sobre el Estatut, cuatro magistrados no han sido renovados por desacuerdo de PSOE y PP, no se ha cubierto la vacante que dejó en 2008 el fallecido Roberto García-Calvo, hay un juez recusado –Pablo Pérez Tremps– y la fractura entre conservadores y progresistas es evidente.
El pacto peligraClaro que el realismo manda. El conseller asumió que nadie en el TC va a dimitir, así que debería dictarse una sentencia del Estatut “prudente”, que salvaguarde la alianza entre Catalunya y el Estado. “Si se hiciese una interpretación cerrada y restrictiva de la Constitución, se corre el riesgo de ahogar la política y pervertir el pacto constitucional”.
El president aclara que esa reflexión no es compartida por el Gobierno catalánPero, de nuevo, impera el realismo. Y lo que el tripartito espera es un fallo negativo. Esa es la “espada de Damocles” que se teme en Catalunya. En tal caso, alertó Saura, se generaría “una situación política imprevisible; nada bueno”. No sólo se “invalidarían” aspectos esenciales del texto, sino que se produciría una “involución en el desarrollo autonómico”. El Govern “acatará” la sentencia, aseguró.
Aún cabría una escapatoria del laberinto, reformar la Constitución, sobre todo para demostrar que “no es inmutable”. Tercer baño de realismo del conseller: “Es imposible que se produzca”, porque ni PSOE ni PP “parecen interesados”. No obstante, para apartar las expectativas más negras, Saura se mostró “optimista”, confiado en que los “filtros” por los que pasó el Estatut den resultado.
El texto, insistió, se construyó desde el “consenso”, y eso que tropezó con serios obstáculos. El primero, el PP, que “intentó el asalto al poder aprovechando el Estatut bajo el grito de España se rompe”. El segundo, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien acusó de desplegar el Estatut con “lentitud y grandes resistencias” y de no tener claro qué es la “España plural”.
De Barcelona llegó temprano la primera desautorización a Saura. “No compartimos esta propuesta”, avanzó el diputado socialista David Pérez. Algo más tarde el conseller recibió la bofetada del propio Montilla, que desde Andorra reclamó al TC que agilice sus trabajos y no sucumba “a las pretensiones de quienes querrían que haga un papel que no le corresponde”, informa Europa Press.
El president precisó que Saura no había podido hablar como miembro del tripartito: “Las reflexiones que haya hecho [el conseller de Interior] las ha hecho no fruto de un debate ni de una posición del Govern sino, supongo, como presidente que es de ICV”, amonestó, molesto. Montilla acababa de dejar a Saura a la intemperie.
CRECE LA POLÉMICA
ERC aplaude y CiU muestra cautela
Joan Puigcercós // El presidente de ERC no puso pegas a las palabras de Saura. Como es poco probable que los jueces del TC dimitan, “lo mínimo” es que PSOE y PP procedan a su renovación. La portavoz de ERC en el Parlamento catalán, Anna Simó, calificó de “muy loable” y “muy saludable” que el conseller de Interior haya planteado esa idea.
Artur Mas // El líder de CiU demandó el pasado fin de semana la dimisión del TC, como hizo Saura. Pero a la luz de las críticas que recibió después de su socio de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, ayer Artur Mas se mostró cauto. Se limitó a apremiar al TC a poner fin a la “esperpéntica” demora de la sentencia.
Josep Llobet // El diputado del PP en el Parlament catalán exigió al Montilla a que desautorizase a Saura por sus "irresponsables" palabras, a las que expresó su "enérgica repulsa". El president lo hizo horas después. Llobet exigió al conseller de Interior que respete la "división de poderes" y "deje de presionar al TC". Y añadió que "es deseable" que el Alto Tribunal se pronuncie "lo más pronto posible".
María Teresa Fernández de la Vega // La vicepresidenta del Gobierno eludió replicar a Saura y mantuvo el discurso oficial: cuando el TC dicte la sentencia del Estatut, será “el momento” de hacer análisis.
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