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El termómetro disparado en algunos puestos de trabajo obliga a cerrar una oficina de Correos en Barcelona

A raíz de la denuncia de los sindicatos, Inspección de Trabajo paraliza la actividad de una sucursal donde se registraban temperaturas de hasta 33 grados, con una sensación térmica que podía alcanzar los 43 grados. La empresa de ambulancias Falck, también denunciada por la mala climatización en los vehículos nuevos

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Las olas de calor de este verano han disparado las temperaturas en algunos centros de trabajo hasta niveles insostenibles. El Meteocat alertaba la semana pasada de que julio ha sido uno de los tres más calurosos registrados en Catalunya, junto con el de 2015 y el de 2006. A raíz de la denuncia de los sindicatos CCOO, UGT y la CGT, Inspección de Trabajo ha obligado a paralizar la actividad de la Sucursal 35 de Correos en Barcelona por las altas temperaturas. Con el aire acondicionado sin funcionar desde hacía semanas, el termómetro alcanzó los 32 y 33 grados con una humedad de hasta el 70%. Esto puede provocar una sensación térmica de hasta 43 grados.

Correos ha comunicado el cierre temporal y ha reubicado a los trabajadores

"Hace ya un par de semanas que advertíamos de que las medidas tomadas eran insuficientes, pero la empresa nos ha hecho caso omiso", señala Juani Cerezo, Secretaria de CCOO de la Sección Sindical Correos Barcelona.

Una vez la Inspección decretó la paralización de la actividad "por riesgo grave inminente", la empresa ha comunicado desde este jueves el cierre temporal de la oficina y ha reubicado a los trabajadores a otros centros. La resolución reconoce el riesgo de "estrés térmico", que se agrava en el caso de dos trabajadores, una embarazada y una persona con problemas cardíacos. El estrés térmico provoca los síntomas habituales en caso de golpe de calor, como mareos y desmayos.

En esta oficina de la calle Calàbria de Barcelona no había climatización porque hacía semanas que el aire acondicionado se había estropeado. "No había forma de que lo arreglaran, no se estaban tomando las medidas adecuadas", sostiene Cerezo. La empresa tampoco facilitó otras opciones, como una fuente de agua fresca para refrescarse o la posibilidad de parar para descansar más a menudo, según denuncian. "Otras oficinas sí tienen climatización, pero otras no y lo batallamos a diario. Este caso era flagrante", añade la sindicalista.

Según Correos ha comunicado a los sindicatos, la oficina permanecerá cerrada temporalmente y en principio arreglará el aire para que los trabajadores puedan regresar. CCOO también está tomando medidas en relación con una oficina en Vilassar de Dalt (Barcelona), que estaría en una situación similar, pero intentarán que la empresa ponga remedio antes de denunciarlo a Inspección.

Cerezo también apunta a otra problemática, que es la de los carteros a pie de calle. "La empresa tiene que dar ropa adecuada, protector solar… A veces lo hace bien y a veces no, también estamos batallándolo. Este año está siendo espectacular", subraya.

Ambulancias a 55 grados

Otro caso denunciado ha sido el de las ambulancias Falck, una empresa que opera en el Baix Llobregat, Vallès Oriental y Occidental, principalmente. La CGT ha denunciado que en el interior de los vehículos se habían llegado a alcanzar los 55 grados. "Teníamos que asistir a los pacientes a una temperatura inhumana", denuncia Samuel, portavoz de la CGT.

Los 60 vehículos nuevos tenían un sistema de climatización más sencillo: "Una chapuza"

Según el sindicato, el problema se desató a raíz del cambio de vehículos en los últimos meses. Unas sesenta ambulancias fueron reemplazadas y las nuevas tenían un sistema de climatización más sencillo. "Fue una chapuza que hicieron para ahorrarse dinero", critica el portavoz.

En marzo ya empezaron a detectar que no se trataba de un sistema eficiente para conseguir una temperatura óptima. "No podíamos dar una asistencia de calidad". Advirtieron a la empresa, pero no hubo cambios. "En junio, con el aumento de temperaturas, las cabinas empezaron a subir a 40, 46, 50 grados. Algún trabajador tuvo que asistir mareado a un paciente, e hicimos asistencias en locales porque se estaba mejor que dentro del vehículo".

Tras ver que la empresa no lo solucionaba, denunciaron también a Inspección del Trabajo. Tras hablar con la empresa, la compañía notificó que lo solucionaría hacia septiembre. "Tenía que ser de forma inmediata", lamenta el portavoz. Tras realizar una medición de la temperatura, Inspección decretó que no era una emergencia pero que sí había riesgo térmico, y dio a la empresa una semana de margen para hacer mejoras. El sindicato señala también la falta de medios de la Inspección para hacer frente a todas las problemáticas.

La CGT sigue considerando las últimas mejoras "insuficientes", porque todavía hay vehículos a 40 grados. "Este es el primer verano que nos pasa, nunca habíamos llegado a tanta temperatura. Han querido ahorrarse dinero y eso ha afectado a la operativa", concluye Samuel.

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