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Cumpliendo con la recomendación de su médico, el primer ministro británico, Boris Johson ingresaba anoche en el hospital. Se trata dicen de una medida de precaución después de que ni la fiebre ni los síntomas de la enfermedad remitieran diez días después de que diera positivo. Nada más enterarse de su ingreso Donald Trump ha querido expresarle sus mejores deseos y una pronta recuperación. En su comparecencia el presidente de Estados Unidos también ha asegurado que el país está empezando a ver la luz al final del túnel. Un túnel que esta semana afronta su semana más crítica en cuanto a número de muertes. Desde la Casa Blanca se habla de hasta 240.000 cumpliendo con las medidas establecidas y habla de la pandemia como otro 11S o Peal Harbor.  Nueva York, sigue siendo el Estado que más fallecimientos registra, 4159 y donde hasta un tigre ha dado positivo en coronavirus. Más esperanzadoras son las cifras en Italia, que ha registrado el menor número de fallecidos de las últimas tres semanas. Y en el panorama político, dos formas de estar al frente de esta crisis. Dando ejemplo como el primer ministro irlandés que retoma su profesión de médico para ayudar una vez a la semana a los servicios sanitarios. O todo lo contrario, el de la consejera de Sanidad de Escocia que ha dimitido por saltarse las normas de confinamiento. Restricciones que a día de hoy no existen en Bielorrusia, a pesar de que se han disparado los casos, donde el domingo ramos deja imágenes como está. Varios feligreses besando la cruz sin protección ni distanciamiento social. - Redacción-