El grupo automovilístico General Motors (GM) ha anunciado 163 nuevos despidos en dos plantas de montaje y 18 centros de distribución en su planta de Ohio a causa de la huelga que el sindicato United Auto Workers (UAW) comenzó el pasado 15 de septiembre en las plantas de esa empresa y de Ford y Stellantis. Desde entonces, la citada compañía ha despedido ya a 2.100 trabajadores en cinco fábricas de cuatro estados y ha tenido que interrumpir la producción en la que tiene en Kansas.

Según informó la empresa, esos 163 trabajadores adscritos al sindicato UAW han sido cesados por tiempo indefinido de la planta de GM Toledo Propulsion Systems, que fabrica las transmisiones para la factoría de montaje de Missouri y la Lansing Delta Township de Michigan, que están afectadas por la huelga.

Asimismo, Ford anunció el pasado lunes el despido de 330 empleados en Chicago por el impacto que está teniendo la paralización de algunas de sus instalaciones a causa de los paros que están siguiendo más de 15.000 trabajadores de todo el sector.

El pasado viernes el sindicato amplió la huelga en una planta de Michigan de GM y a otra de Ford en Illinois. Por su parte, Stellantis se ha librado de más paros debido al avance de las negociaciones con el sindicato UAW, aunque ha despedido ya a casi 370 trabajadores en Ohio e Indiana.

El presidente Joe Biden ha dado su apoyo explícito a las reclamaciones de los trabajadores sumándose a la manifestación celebrada el pasado 26 de septiembre en Van Buren Township, en Michigan, convirtiéndose así en el primer presidente de EE.UU. que participa en una protesta de ese tipo en defensa de los derechos laborales.