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Día Mundial Contra la Trata Un 70% de las 60.000 víctimas de trata en todo el mundo son mujeres y niñas

La explotación sexual se ha convertido en uno de los mayores negocios del mundo. Asociaciones que luchan contra este fenómeno denuncian que en España "la ley no está centrada en la protección de la víctima" y demandan que se incrementen los medios para luchar contra 'la esclavitud del siglo XXI'.

Personas indígenas víctimas de trata en Guatemala. AFP

Ningún país es inmune a la trata de personas. En 2016 se detectaron 63.251 víctimas de trata en 106 países, de las cuales el 70% eran mujeres y niñas, según un informe de Naciones Unidas. Una lacra que se recuerda cada 30 de julio con motivo del Día Mundial Contra la Trata. 

"La trata constituye una grave amenaza para la integridad física y la dignidad de las personas, los derechos humanos y el desarrollo", recalca Antonio Rivas, coordinador de Proyecto Esperanza, una asociación que lucha contra este fenómeno en todas sus formas.

En España se detectaron durante el año pasado 12.419 personas en riesgo de ser víctimas de trata con fines de explotación sexual, pero sólo se llegó a identificar a 591, nueve de ellas menores de edad, según el balance del Ministerio del Interior. En estas operaciones, fueron detenidos 348 traficantes, principalmente procedentes de Rumanía, Nigeria y China.

Pero la explotación sexual no es el único fin de la trata. Los matrimonios forzados, la mendicidad, las actividades criminales o el tráfico de órganos son otras de las formas más estremecedoras para las que los traficantes 'comercian' con el cuerpo de las personas.

La mujer, en situación de vulnerabilidad extrema

"Las víctimas de trata con fines de explotación sexual son el medio a través del cual los clientes llegan al placer y los proxenetas ganan dinero explotando sus cuerpos", afirma una portavoz de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres (CIMTM), que carga contra el estigma social que sufren las mujeres prostituidas. Un estigma que al que su círculo más cercano somete a las víctimas de trata procedentes del África subsahariana. 

"El sistema no les facilita salir de esa situación, en la que se encuentran aisladas"

Alejadas de su país de origen, sometidas a vudú y obligadas a desenvolverse en una ciudad donde desconocen el idioma y la cultura, los traficantes se aprovechan de la vulnerabilidad de estas mujeres. Además, "el sistema no les facilita salir de esa situación, en la que se encuentran aisladas", asegura la portavoz de la CIMTM, que demanda que se incrementen "los medios para combatir la explotación de las personas y la impunidad de los tratantes".

Cuando son detectadas como víctimas de trata, deben someterse a un largo y difícil proceso judicial en el que, según estas organizaciones, no se tiene en cuenta la especial vulnerabilidad de las mujeres. "La ley no está centrada en la protección de la víctima, sino en que no haya interferencias para que el juicio llegue a buen puerto", aseguran desde Proyecto Esperanza.

Estas entidades insisten en que la víctima tiene que ser la protagonista en todo el proceso, tanto penal como de recuperación: "Los tratantes ya le han robado su autonomía y su capacidad de decidir, nosotras ahora estamos para apoyarla y empoderarla". "¿Cuándo van a ser consideradas personas?", lamentan.

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