Público
Público

Israel La anexión israelí del Valle del Jordán no es una broma electoral

Benjamín Netanyahu anunció el martes que si es reelegido el 17 de septiembre, su gobierno procederá a anexionar a Israel el Valle del Jordán y el norte del mar Muerto. Explicó que será el primer paso hacia la anexión de todos los asentamientos judíos de la Cisjordania ocupada, una medida que se presenta inevitable a menos que los mandatarios europeos den un golpe en la mesa y digan basta.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu | Reuters

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El martes por la noche, mientras Benjamín Netanyahu pronunciaba un discurso electoral en la ciudad de Ashdod, sonaron las sirenas que habitualmente indican que las milicias palestinas de la Franja de Gaza han disparado uno o varios cohetes contra el sur de Israel. Un nutrido grupo de guardaespaldas rodeó al primer ministro del Likud y lo evacuó apresuradamente de la sala para conducirlo a un refugio seguro.

A esa misma hora, en otros lugares de Ashdod, varios candidatos de distintos partidos políticos celebraban actos electorales. Todos escucharon la alarma pero, a diferencia de Netanyahu, continuaron con los mítines como si se tratara de una incidencia menor. De hecho, los ciudadanos del sur del país están acostumbrados a oír las alarmas a cualquier hora del día y de la noche.

La evacuación de Netanyahu ha sido motivo de guasa en los territorios ocupados, no solo en Gaza, también en Cisjordania. Hamás y las demás facciones de la Franja todavía se están riendo y el incidente ha llegado a las viñetas de los medios de comunicación locales.

Se decía que Netanyahu iba a anunciar en su discurso la anexión a Israel de la Cisjordania ocupada

Un rato antes, a las 18:15 horas del mismo martes, Netanyahu se encontraba en Ramat Gan, en el área de Tel Aviv. Su oficina había anunciado que a las 17 horas daría un discurso "dramático". Todos los medios acudieron a Ramat Gan. Desde la mañana se había especulado con el contenido del discurso. Se decía que Netanyahu iba a anunciar la anexión a Israel de la Cisjordania ocupada, o que iba a revelar la inmediata liberación de Jonathan Pollard, el espía que fue detenido en Estados Unidos en los años ochenta y al que todavía no se le ha permitido volar a Israel.

Las televisiones y las emisoras de radio estaban a punto cuando comenzó a hablar con una hora y cuarto de retraso. Quien escuchara la radio hasta ese momento solo habría oído hablar de Netanyahu desde la mañana, de manera que el primer ministro ganó unas horas preciosas de publicidad a una semana de los comicios del día 17.

La oposición presentó un recurso de urgencia ante la Comisión Electoral Central: debía prohibir la transmisión en directo de la alocución puesto que con toda seguridad Netanyahu se serviría de ella para realizar campaña, lo que está prohibido. La Comisión rechazó el recurso indicando que los medios son lo suficientemente listos como para distinguir lo que es información de lo que es campaña, de manera que si los medios detectaban que Netanyahu hacía campaña debían interrumpir la transmisión.

Netanyahu señaló que había consultado la anexión con la administración de Trump y después medios señalaron que había sido a Bolton 

La emisora estatal Kan Reshet Bet transmitió el discurso durante unos minutos, cortando y abriendo el micrófono sin descanso puesto que con cada frase, Netanyahu metía con calzador una cuña electoral. Los periodistas informaron de que el mismo mensaje central de su alocución era claramente electoral: la próxima anexión de casi una tercera parte del territorio de la Cisjordania ocupada, concretamente el Valle del Jordán y el norte del mar Muerto.

Netanyahu señaló que lo había consultado con la administración de Donald Trump. Posteriormente algunos medios indicaron que se lo había comunicado al consejero para la Seguridad Nacional, John Bolton, que un rato después, esa misma tarde, fue destituido. La administración Trump dijo que no había cambiado la posición de Washington con respecto al conflicto con los palestinos. El único problema es que, como demuestra el cese de Bolton, el presidente es imprevisible de un día a otro, de una hora a otra.

Pero la anexión del Valle del Jordán no es ninguna broma ni una mera artimaña electoral. Netanyahu habla en serio y cuenta con el respaldo necesario para proceder "democráticamente" en esa dirección, puesto que en Israel todo se hace siguiendo el "juego democrático", incluidas las mayores barbaridades. Además, el jefe de la oposición, el exgeneral Benny Gantz, líder de Azul y Blanco, recordó esa misma tarde que él mismo había pedido la anexión del Valle del Jordán hace solo unas semanas. Está claro que en el gobierno y en la Kneset que salgan el día 17 habrá una holgada mayoría favorable a esa anexión.

No es la primera anexión que lleva a cabo el estado judío

No será la primera anexión que lleva a cabo el estado judío. Tras la guerra de 1967, cuando ocupó territorio palestino, egipcio, sirio y jordano, Israel se anexionó Jerusalén este y el Golán. El objetivo ahora es anexionar el resto de los asentamientos judíos de Cisjordania, y el propio Netanyahu admitió que esa es la meta y que se va a empezar por el Valle del Jordán.

Por supuesto que la comunidad internacional no va a reconocer la anexión, pero Israel impondrá un nuevo hecho consumado sobre el terreno que luego será muy difícil o imposible de deshacer. Un buen número de congresistas senadores estadounidenses se han expresado en los últimos meses a favor de la anexión israelí de Cisjordania.

Los mandatarios europeos insisten en dejar que las cosas se deterioren en contra de sus propios intereses

El caso de la Unión Europea hay que tomarlo con papel de fumar. Aunque los europeos protestaron formalmente, los mandatarios no se atreven a adoptar ninguna medida real contra la anexión, que de hecho se produce a diario, de Cisjordania. Es evidente que en Israel existe un soporte mayoritario para la anexión, pero los mandatarios europeos insisten en dejar que las cosas se deterioren en contra de sus propios intereses, en lugar de adoptar medidas drásticas.

Teniendo en cuenta la pasividad europea, es natural que Netanyahu dijera en su alocución del martes que en estos momentos se presenta una "oportunidad histórica" para proceder a la anexión, primero del Valle del Jordán y luego del resto de las colonias judías, que están por todos los rincones de Cisjordania. Es un proceso imparable, a menos que la Unión Europea dé un golpe en la mesa, pero nada indica que eso vaya a ocurrir.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional