El pleno de la Asamblea Nacional francesa comienza a debatir este lunes la discutida proposición de ley sobre la eutanasia, sobre el que no hay acuerdo ni en la propia mayoría parlamentaria que apoya al Gobierno.

El texto inicial se dividió en dos, uno sobre el reforzamiento de los cuidados paliativos y otro sobre la ayuda activa a morir. Está previsto que los debates del pleno se extiendan durante dos semanas y que haya dos votaciones el próximo día 29.

La proposición de ley sobre la ayuda a morir se aprobó en comisión el pasado día 2, y su versión actual reconoce el "derecho" a solicitar una ayuda activa a morir (eutanasia o suicidio asistido).

El debate parlamentario se ha interrumpido once meses por las elecciones anticipadas de junio y julio de 2024, así como por las dificultades para formar un primer Gobierno, que perdió una moción de censura en diciembre.

Este domingo, víspera de la discusión en el pleno, vio hoy un duelo de posiciones contrapuestas en las páginas de la prensa dominical, con distintas posturas en las filas del Gobierno.

"Aunque nadie desea morir, algunos pueden querer parar antes que sufrir", dijo ex primer ministro Gabriel Attal, una de las caras visibles del macronismo y jefe parlamentario del principal partido que respalda al Ejecutivo, en una columna de opinión conjunta con la actrid Line Renaud, de 96 años y activista a favor del derecho a morir dignamente. La columna, publicada en La Tribune, defiende "la libertad de terminar con el sufrimiento".

En cambio, el ministro del Interior, el conservador Bruno Retailleau, consideró que el texto a debate es "profundamente desequilibrado" a favor de la eutanasia frente a los paliativos.

Tal como está el texto, "sería más fácil solicitar la muerte que ser cuidado" con paliativos, añade en unas declaraciones al Journal du Dimanche Retailleau, que está en plena campaña interna por convertirse el líder de su partido.

Una encuesta publicada este domingo por La Tribune señala que el 74% de los médicos están a favor de una ayuda activa a que un paciente desahuciado muera.

Un 71% considera que la eutanasia es compatible con los cuidados paliativos según el sondeo, que muestra también que el apoyo a la ayuda activa a morir es superior entre los médicos generalistas (80%) que entre los especialistas (70%).

El sondeo muestra que "sea como sea que se plantea la cuestión, los franceses quieren que la ley avance. Hay un temor muy fuerte en la opinión pública a morir entre sufrimientos horribles, a no poder terminar la vida de forma digna", señala Frédéric Dabi, el director de Ifop, una de las grandes demoscópicas del país.

Normalmente, la Asamblea Nacional debería aprobar el texto sin problemas con los votos macronistas y los de la izquierda, pero la cuestión puede ser más compleja en el Senado, donde hay una mayoría conservadora.