El asesinato de tres mujeres lesbianas conmociona a Argentina y dispara las alarmas por el discurso de odio de Milei
"No me gusta definirlo como un atentado contra un determinado colectivo", ha explicado el portavoz de la Casa Rosada. La oposición y las asociaciones feministas piden hablar de "lesbicidio".
Madrid-Actualizado a
"Les prendieron fuego por lesbianas". Esta es la frase con la que una activista define el avance de la violencia y los discursos homófobos en la Argentina de Javier Milei. La noche del 6 de mayo, cuatro mujeres que compartían habitación en un hotel del barrio de Barracas (Buenos Aires) fueron víctimas de un ataque con un cóctel molotov. Tres de ellas han muerto y una permanece hospitalizada, aunque ha podido declarar ante la Justicia. El Defensor del Pueblo considera que los discursos de odio que esparcen los funcionarios desde las administraciones públicas pueden legitimar la violencia contra las minorías sociales y sirven de trampolín para la impunidad.
El autor del triple crimen fue Justo Fernando Barrientos, inquilino del mismo hotel. El hombre lanzó una botella con líquido explosivo contra la habitación de las cuatro víctimas, según han relatado los vecinos. El asesino ya había lanzado amenazas de muerte contra dos de las mujeres y "tenía problemas" con ellas por su condición sexual. Los insultos y descalificativos, como "gordas" y "engendros", eran habituales en el edificio.
Pamela Cobas, de 52 años, falleció horas después del ataque. Mercedes Roxana Figueroa, de la misma edad, murió dos días después con quemaduras en el 90% de su cuerpo. Andrea Amarante, de 42 años, falleció este domingo tras una semana hospitalizada. Sofía Castro Riglos es la única superviviente de un triple crimen que ha hecho saltar las alarmas. Este lunes, más de 200 personas han tomado las calles de la capital argentina para protestar contra las agresiones homófobas y el negacionismo del Gobierno de Milei.
La Asamblea de Lesbianas de Barracas ha denunciado los hechos y ha leído un manifiesto en la concentración. Amnistía Internacional ha pedido una investigación exhaustiva con perspectiva de género y ha puesto el foco en la responsabilidad de las instituciones para garantizar la seguridad del colectivo LGTBI+. "Estos crímenes están motivados por el odio hacia la orientación sexual de las víctimas, que pertenecen a un colectivo estructuralmente violentado y discriminado", ha recordado la plataforma en un comunicado.
Javier Milei ha utilizado la carta de la indiferencia. Manuel Adorni, portavoz y mano derecha del presidente, le ha restado importancia al triple crimen homófobo. "Es injusto hablar solo de este episodio, porque la violencia es más abarcativa. No me gusta definirlo como un atentado contra un determinado colectivo. Está mal y es repudiable, sea contra quien sea", argumentó. La diputada del Frente de Izquierda, Romina del Plá, ha pedido hablar de "lesbicidio" y ha lamentado que "el recorte en presupuesto de género empeora las condiciones de vida de las disidencias". Adorni le ha respondido con tono irónico para decirle que "la palabra lesbicidio no existe".
El asesinato de Pamela, Mercedes y Andrea también ha puesto de relieve el problema de la vivienda en Argentina. La portavoz de la Asamblea de Lesbianas de Barracas denunció que el crimen estuvo agravado por las "condiciones precarias" de las víctimas. Las cuatro mujeres compartían una habitación sin baño por la que pagaban 50.000 pesos –52 euros la noche–. Los vecinos han improvisado un pequeño altar frente a la puerta del hotel con flores y velas en recuerdo de las víctimas. El principal sospechoso ha sido detenido después de haber intentado suicidarse con una sierra.
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