Qué es la 'Cúpula de Hierro' de Israel y por qué Irán ha podido cruzarla
Teherán responde con "tácticas de saturación" para traspasar el sistema de defensa aérea israelí.

Madrid--Actualizado a
El conflicto entre Israel e Irán, desatado tras los primeros ataques israelíes del 13 de junio, ha provocado una respuesta que ha conseguido traspasar el escudo antiaéreo israelí. Un sistema, hasta ahora casi infranqueable, integrado por tres capas y que se había convertido en uno de los principales obstáculos a los que hace frente Teherán.
Debido al enfoque internacional que han tomado estos ataques, la Cúpula de Hierro ha llenado telediarios y noticias de todo el mundo. Pero ¿qué es y cómo funciona realmente este sistema de defensa antiaéreo? Esta estructura de defensa fue desarrollada tras la guerra asimétrica en 2006 con el partido-milicia chií Hezbolá, que lanzó varios miles proyectiles durante el conflicto. Fue desplegado por primera vez en 2011, cuando llevó a cabo su primera interceptación, según explica la empresa militar israelí Rafael en su página web. La semilla de su origen, en cambio, se fecha en la Guerra del Golfo de 1991, un momento clave para el refuerzo y la mejora de la defensa antiaérea de Israel.
Actualmente es el modelo más empleado para derribar proyectiles disparados desde la Franja de Gaza y Líbano, aunque se ha visto suplementado por el sistema Honda de David y el sistema Arrow. Todos ellos tienen diferentes capacidades, alcance y sistemas de interceptación.
Cómo funciona la Cúpula de Hierro
La Cúpula de Hierro es el más conocido de todos estos métodos. Cuenta con una gran capacidad para interceptar proyectiles de corto alcance o proyectiles de mortero y artillería en un rango de alcance de entre cuatro y 70 kilómetros desde el punto de lanzamiento.
El funcionamiento de este sistema se basa en varias baterías que Israel tiene desplegadas y las cuales cuentan cada una con entre tres y cuatro lanzaderas que contienen alrededor de 20 interceptores cada una. Si los radares integrados detectan un posible ataque y el sistema de control aproxima el lugar del impacto, los misiles son lanzados.
La corporación creadora destaca el triunfo de su sistema, con el derribo de "más de 5.000 cohetes" desde entonces, con "una tasa de éxito del 90%". La Cúpula de Hierro tiene su versión naval conocida como C-Dome y un sistema móvil conocido como I-Dome, todo ello integrado en lo que Israel describe como "un sistema de defensa aéreo multicapa".
Un sistema multicapa: Honda de David y Arrow
El sistema Honda de David fue desarrollado por la empresa Rafael y la estadounidense Raytheon y está operativo desde el año 2017. Su función se basa en destruir proyectiles de largo alcance, misiles de crucero y misiles balísticos de medio y largo alcance a una distancia de hasta 300 kilómetros.
Además incluye unos interceptores capaces de identificar y distinguir los misiles señuelos de aquellos que llevan una cabeza armada para atacar, y al mismo tiempo, cuenta con determinada maniobrabilidad en la fase de interceptación.
Por otra parte, se suma el sistema Arrow, integrado por Arrow 2 y Arrow 3. El pionero está en activo desde el año 2000 y fue diseñado para destruir misiles balísticos de corto y medio alcance en la capa superior de la atmósfera. Este sistema puede detectar misiles lanzados a 500 kilómetros de distancia.
Arrow 3 -desarrollado por Israel Aeroespace Industries con apoyo de la estadounidense Boeing- está diseñado para interceptar misiles balísticos de largo alcance en el punto máximo de su arco, fuera de la atmósfera terrestre, con un rango de 2.400 kilómetros. Y su primer uso fue en 2023 con el fin de destruir un misil lanzado desde Yemen.
El equipo de defensa frente a proyectiles externos no se queda aquí, cuenta también con el derribo de drones por parte de helicópteros y aviones de combate. Todo esto sumado al sistema avanzado Defensa de Área de Gran Altitud Terminal (THAAD) enviado por su aliado Estados Unidos.
Y es que, las Fuerzas Armadas estadounidenses, habría ayudado de forma directa a Israel para interceptar misiles balísticos disparados por Irán. Llegando a darse varios derribos por parte de sus sistemas de defensa aérea en la región e incluso por parte de un buque de la Armada, según el diario The Wall Street Journal.
Cómo ha conseguido Irán traspasar la Cúpula
Ante esta situación, Irán no se ha quedado con los brazos cruzados. Sus fuerzas armadas han respondido a los ataques de Israel con el lanzamiento de decenas de drones y misiles, haciendo uso en algunas ocasiones del ataque por saturación. Un modelo que intenta sobrecargar los sistemas de interceptación de Israel para poder sobrepasar estas capas defensivas y alcanzar sus objetivos.
Estos ataques por saturación implican lanzamientos combinados de misiles de crucero, balísticos y drones. Un modelo ya empleado por Irán en sus ataques contra bases estadounidenses en Irak en enero de 2020 tras la muerte del jefe de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, en un bombardeo estadounidense, y en las dos fases previas de la operación Promesa Verdadera contra Israel.
Irán ha continuado esa línea y asegura que sus ataques han alcanzado infraestructuras militares y energéticas en Israel, entre ellas la refinería de Haifa. Ha empleado diferentes tipos de misiles y piensa seguir atacando para lograr forzar un agotamiento en los interceptores israelís, causando fallos en el sistema y facilitando espacios para que sus ofensivas puedan aterrizar en el país.
Durante los últimos años, Irán ha desvelado un abanico de misiles que incluyen el Sejil, con un rango de 2.500 kilómetros y velocidades de hasta 17.000 kilómetros por hora; el Jeibar, con un alcance de 2.000 kilómetros; y el Haj Qasem, con un rango de 1.400 kilómetros; además del misil hipersónico Fatá, empleado por primera vez el pasado martes en un ataque contra Israel.
Esta combinación de sistemas de ataque por parte de Irán han tenido ya entre sus repercusiones una escasez de interceptores Arrow en Israel, según fuentes estadounidenses citadas por The Wall Street Journal, lo que debilita la capacidad israelí de responder a los misiles balísticos de largo alcance y abre una esperada brecha para Irán, que en las últimas horas ha dicho incluso que "controla el espacio aéreo" israelí por las dificultades que atraviesa Tel Aviv, que cuenta con una implicación mayor de Estados Unidos para dar un espaldarazo final a sus ataques.

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