Este artículo se publicó hace 2 años.
Aumenta a 25 el número de muertos tras el ataque ruso a una estación de tren en Dnipropetrovsk, Ucrania
La ONG Human Rights Watch ha denunciado que el uso de bombas de racimo por parte de Moscú ha dejado, al menos, 689 civiles fallecidos en el marco de la invasión.
Madrid-Actualizado a
Aumenta el balance en el número de fallecidos a 25 tras el ataque de Rusia a una estación de tren de la región de Dnipropetrovsk, en el este de Ucrania. De los muertos, dos de ellos eran niños, y 31 personas han resultado heridas.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha denunciado este ataque frente al Consejo de Seguridad de la ONU, donde ha recordado que todavía hay varios vagones en llamas y los servicios de emergencia siguen trabajando en la zona. Las autoridades ucranianas ya alertaron sobre un ataque ruso coincidiendo con la celebración del Día de la Independencia del país.
El Alto Representante para Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha condenado "enérgicamente" el ataque "atroz" contra civiles en esta localidad ucraniana. "Los responsables del terrorismo con cohetes rusos rendirán cuentas", ha destacado el diplomático español.
Al menos 689 civiles muertos por las bombas de racimo
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que, al menos, 689 civiles han muerto a causa del "uso generalizado" de bombas de racimo por parte de Moscú. La organización ha destacado que Rusia, en el marco de la invasión, es el único país del mundo en utilizar este tipo de armamentos.
"El sufrimiento inmediato y a largo plazo" que provoca estas bombas a los civiles hacen que su uso sea "sea inconcebible e ilegal", remarca la organización. La directora de defensa de las armas de HRW, Mary Wareham, ha añadido que "todos los países deben condenar el uso de estas armas bajo cualquier circunstancia".
Un informe, titulado Control de Bombas de Racimo 2022, destaca que 149 personas murieron por culpa de este armamento en 2021. En comparación con años anteriores, en 2020 fallecieron 360 y en 2019 unos 317.
Este descenso, sin embargo, se ha visto ensombrecido por el uso de bombas de racimo por parte de Rusia en su invasión de Ucrania. En concreto, los datos preliminares indican que al menos 689 civiles han muerto durante distintos ataques con este tipo de armamento en el marco de la guerra en el país.
HRW también ha recordado que Ucrania ha usado este armamento en, al menos, dos ocasiones
En el comunicado emitido por HRW también han recordado que Ucrania ha usado estas bombas en al menos dos ocasiones. Este tipo de armamento puede ser lanzado desde tierra por artillería, cohetes y morteros, o desde el aire con aviones.
La editora del informe, Loren Persi, ha lamentado que "los niños constituyeron dos tercios de todas las víctimas" por estos ataques. Así, ha recordado que hay una "extrema necesidad" de limpieza de las áreas contaminadas, así como una mayor educación para comprender los riesgos que comportan los restos de las bombas de racimo.
Hasta la fecha, 37 estados que forman parte de la Convención sobre Municiones de Racimo han completado la destrucción del 99% de sus reservas. Esto representa 1,5 millones de bombas de racimo. Todavía quedan 26 países y otras tres áreas que continúan contaminados por explosivos sin detonar.
Una de los principales reclamos para acabar con las bombas de racimo es por su carácter indiscriminado. En un primer momento, al estallar se puede separar en múltiples subminiciones. Luego, algunas de estas se quedan en suelo y no explotan.
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