Él, el hombre que encendió la mecha del brexit cuando ni siquiera habíamos odio hablar de esta palabra. David Cameron convocó un referéndum sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea para el que hizo campaña por la permanencia, lo perdió y le faltó tiempo para presentar su dimisión a la mañana siguiente. Aún hoy hay división entre quienes creen que marcharse fue lo más honesto que podía hacer y los que consideran que debería haberse quedado a desenredar el lío que él mismo había provocado. Acabó dimitiendo también como diputado.

Ella, la mujer que se quedó con la patata caliente en la mano. Theresa May fue quien se quedó al frente del país durante las negociaciones con Bruselas para alcanzar un acuerdo que garantizara una salida ordenada. También había hecho campaña a favor de la permanencia. ¿Logró dicho acuerdo? Sí. Pero ni el Parlamento ni su propio partido lo respaldaron. Pocas opciones más allá de dimitir le quedaron. Ella continúa siendo diputada.

Ambos fracasaron frente al brexit. ¿Qué más tienen en común ahora estos dos? Pues que desde que salieron por la puerta del 10 de Downing Street se están haciendo de oro.

Los dos millones que lleva ganados David Cameron

Según las cifras que el registro mercantil acaba de hacer públicas, David Cameron se ha embolsado ya casi dos millones de euros desde aquel mes de junio de 2016 en el que abandonó el cargo de primer ministro. Sólo el año pasado, los beneficios que obtuvo por sus apariciones públicas como orador y colaborador en medios de comunicación superaron los 990.000 euros.

Es sabido que tras dimitir, Cameron pasó a formar parte del plantel de la agencia de oradores The Washington Speakers Bureau y que al poco de hacerlo llegó a cobrar 140.000 euros por un discurso de una hora sobre las consecuencias del brexit que dio el 18 de noviembre de 2016 ante un grupo de banqueros de Wall Street.

¿Eso es todo? A esos casi dos millones de euros aún habría que sumarle los beneficios que le estén reportando las ventas de sus memorias, publicadas en septiembre. Pero a la vista está que el negocio va viento en popa: su empresa –La Oficina de David Cameron–, en la que consta como propietario pero no director, ha pasado de emplear a cinco persona en 2018 a contar ya con siete en su equipo.

Sólo hay que compararlo con el sueldo que tenía como primer ministro: 166.000 euros anuales.

Los 120.000 euros por discurso de Theresa May

"Es correcto perseverar, incluso cuando las probabilidades de fracasar parecen altas". Con este entrecomillado tan significativo anuncia la misma agencia de oradores los servicios de Theresa May, la sucesora de Cameron en el cargo, predecesora de Boris Johnson y la primera ministra que fracasó a la hora de ejecutar el brexit.

May anunció su dimisión como líder del Partido Conservador –y por ende del ejecutivo británico– el pasado 24 de mayo. Entre lágrimas. Si fue o no una buena decisión depende de cómo se mire. A la vista está que, como negocio, sí ha resultado serlo. Sus beneficios obtenidos por compromisos privados rondan los 476.000 euros.

Entre los detalles que se han hecho públicos consta que el 13 de diciembre recibió casi 120.000 euros del banco suizo UBS por el discurso que ofreció en la apertura de su conferencia. Ella misma ha declarado que aquello le supuso 32 horas de trabajo, incluida la preparación y los viajes.

Y aún tiene pendiente que le ingresen otros 89.000 euros por un discurso que dio el 5 de noviembre para JP Morgan Chase en Londres –cinco horas de trabajo en total, incluidos traslados– y un bono de más de 226.000 euros desde The Washington Speakers Bureau. En su declaración sostiene que "se utilizará para pagar a los empleados, mantener mi participación continua en la vida pública y apoyar mis trabajo de caridad".

Y Boris Johnson, ¿Qué?

El actual primer ministro no se queda atrás. Según los datos hechos públicos, entre diciembre de 2018 y octubre de 2019, aparte de su actividad como diputado, Boris Johnson obtuvo más de 415.000 euros por discursos en Londres, Nueva York, Ginebra o Dublín. Sólo por uno de tres horas, en marzo de 2019 en Nueva Delhi, llegaron a pagarle casi 150.000 euros.

A eso hay que sumarle más de 16.000 euros en concepto de royalties por las ventas de sus libros y los más de 26.000 euros al mes que estuvo cobrando durante todo un año por escribir en el diario The Telegraph, sin incluir el extra de 17.000 euros a modo de finiquito que le abonaron cuando llegó a Downing Street en julio de 2019