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Brexit El brexit no cambia los planes a miles de españoles en Reino Unido

Todo ciudadano europeo que esté en el país cuando se produzca el brexit -cuando quiera que sea eso, si es que llega a ocurrir- deberá regularizar su situación si quiere quedarse. Quienes tienen su vida hecha aquí lo están haciendo, pero los españoles de paso en Reino Unido viven ajenos y con total tranquilidad.

Manifestantes a favor del brexit, ante el Parlamento británico. / NEIL HALL (EFE)

Ali llegó a Reino Unido dos años antes de que se celebra el referéndum del brexit para estudiar Política Internacional en el King’s College de Londres. Como era ciudadana europea no tuvo que hacer ningún tipo de gestión distinta a la de cualquier británico y tampoco cuando después de terminar sus estudios comenzó a trabajar en Londres.

Pero con la incertidumbre del brexit siente que a sus 22 años lo más adecuado es formalizar su situación en el país: “Mi plan es hacerlo en septiembre de este año, ya que habré cumplido los cinco de residencia en el país y podré adquirir directamente el settled status en lugar del pre-settled. Después de eso, al año, querría adquirir la nacionalidad británica pero conservar la española.”

El settled status (estatus de asentado) y el pre-settled status (estatus de pre-asentado) es como se denomina a los mecanismos establecidos por el Gobierno británico por los que los ciudadanos de la UE deben regularizar obligatoriamente su situación en el país tras el brexit.

Como nos explican fuentes de la Embajada británica en España: “Ambos estatus garantizan poder vivir y trabajar en Reino Unido, así como el acceso a la sanidad”. Solo los ciudadanos irlandeses o quienes ya tengan permiso de trabajo o residencia están exentos de este trámite; pero no quienes, aunque hayan nacido en Reino Unido, sean ciudadanos de otro país europeo.

Ali, como muchos otros españoles asentados en Reino Unido, está al corriente de todo porque su plan de vida pasa por permanecer en el país indefinidamente tras la salida de la Unión Europea: “La ciudadanía es algo que me había planteado en el pasado, pero que decidí del todo con el brexit porque el settled status lo perdería a los cinco años si me voy de Reino Unido y, en caso de que lo hiciera, querría tener los mismos derechos que ahora. Especialmente en el futuro, cuando tenga una familia, por si mis hijos quisieren estudiar en Gran Bretaña, ya que sería más fácil y barato si ellos fuesen británicos”.

La situación de Maties es distinta. Llegó desde Valencia hace sólo dos meses, no tiene fecha para volver y aunque el Gobierno británico se ha gastado más de cuatro millones de euros en una campaña para informar a los ciudadanos europeos de los trámites que deben llevar a cabo, él no sólo no ha hecho nada sino que ni siquiera había oído nunca hasta ahora ninguno de estos términos.

Este periodista de 31 años reconoce que cuando se vino a Londres “tenía un poco de miedo por si no podría trabajar o si me iba a tener que volver debido al brexit”, pero se dejó llevar por su intuición y decidió venirse: “Siempre había querido mejorar mi inglés y vivir la experiencia, y por si luego no podía hacerlo por culpa del brexit me dije: Mejor que me pille allí”. Ahora, cuenta: "Yo estoy aquí igual que si me hubiera ido a Madrid”.

La situación de Sergio es parecida. Después de años saltando de sustitución en sustitución por colegios concertados de Orihuela, el pasado mes de octubre este profesor de biología decidió invertir su tiempo en el paro en venirse a Londres para mejorar su inglés, confiado en que ello le ayuda a multiplica sus oportunidades laborales cuando vuelva a casa: “Para conseguir una plaza fija me piden un nivel determinado de inglés que yo ahora mismo no tengo, así que decidí hacer este sacrificio de tiempo y de dinero y apostarlo todo al inglés”.

Aquí, además de estudiar, Sergio está buscando un trabajo para hacer frente a sus gastos sin que su cuenta corriente se resienta demasiado. Ya ha hecho alguna entrevista y en ninguna le han pedido ningún tipo de documentación especial: “Sólo tuve que enseñarles el DNI”, cuenta.

Cuando Sergio se vino la amenaza del brexit también era una realidad pero no le detuvo: “Mi mejor amigo y mi primo viven en Londres y me decían que aquí nadie sabe nada de lo que va a pasar, así que me vine; para mí el brexit no ha supuesto ningún freno y yo no he hecho nada en cuanto a regularizar mi situación; tampoco sé que es eso del settled”.

Y ni Maties ni Sergio son una excepción. Ellos están de paso, pero se calcula que hay 3,6 millones de ciudadanos de la UE asentados en Reino Unido y hasta hace menos de un mes sólo 150.000 habían solicitado algún tipo de status.

No hay prisa; aún tienen tiempo porque el programa para registrarse seguirá hasta junio de 2021 en caso de un brexit negociado o hasta diciembre de 2020 si Reino Unido acaba abandonando la UE sin acuerdo.

Y además pueden hacerlo todos desde su propio móvil, bajándose una aplicación que les pide escanear su pasaporte, hacerse una foto y dar sus datos.

El nombre de la app podía haber sido más sutil, pero no; quien la necesite que la busque por EU Exit. Eso sí, sólo si tiene un dispositivo Android, porque el sistema de verificación de identidad desarrollado por el Ministerio del Interior británico de momento no es compatible con Apple.

Teniendo en cuenta que el 48% del mercado de móviles del país es Iphone, el asunto se convirtió en motivo de tantas burlas que los funcionarios tuvieron que salir al paso de ellas y ahí es cuando surgieron las críticas cuando su respuesta fue sugerir que los ciudadanos de la UE podían "pedir prestado el teléfono a otra persona”.


Maties Oliver, español en Londres

Sergio Sanchez, español en Londres

Alicia Rojo, española en Londres

Embajada británica en España

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