'Cómete al rico': la consigna de moda que aúna en Francia la preocupación por la crisis climática y la justicia social

Más justicia social y acción climática. Las manifestaciones en Francia contra la reforma de las pensiones están deslizando también otras preocupaciones que, sin ser el eje vertebrador de las mismas, articulan y subrayan la heterogeneidad de un mismo hartazgo social.

Dentro de ese batiburrillo de motivaciones intergeneracionales para la protesta, un eslogan se ha colado con fuerza: "Eat the rich", que en su traducción literal vendría a ser "Cómete al rico", y que, en esencia, refleja el hastío contra los estratos superiores.

Se trata, a fin de cuentas, de una llamada de los de abajo a tomar conciencia sobre la ética de los modelos productivos dominantes, unos modelos –en manos de los de arriba– que, lejos de pretender la equidad, buscan preservar (incluso favorecer) la desigualdad.

Así, bajo esta consigna, se aúnan sentires diversos de los que tratan de paliar la crisis climática y alcanzar la justicia social. Dos caras de una misma moneda que convergen en un grito unánime, a saber; gravar a los que más tienen para financiar un mundo más justo y responsable con el medio ambiente.

Así, la denuncia de las desigualdades sociales incluye ahora un componente ecológico, incorporado fundamentalmente por las generaciones más jóvenes. Todo ello mientras los sindicatos franceses sacaban de nuevo este jueves a las calles a decenas de miles de personas.

Con todo, y pese al descontento social y las amenazas sindicales de paralizar el país en marzo, el Gobierno francés no abandona su plan de reforma del sistema de jubilaciones, cuya aprobación prosigue en su avance parlamentario.