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Cuenta atrás para el lanzamiento del mayor telescopio jamás enviado al espacio

El James Webb se lanzará este sábado desde la Guayana Francesa. Si todo sale bien, viajará hasta situarse a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, aproximadamente cuatro veces más lejos que la Luna.

Impresión artística del telescopio espacial James Webb separándose del cohete Ariane 5.
Impresión artística del telescopio espacial James Webb separándose del cohete Ariane 5. D. Ducros / EFE

Empieza la cuenta atrás para el lanzamiento del James Webb, el mayor telescopio jamás enviado al espacio. En Kurú, Guayana Francesa, todo está listo para su despegue, que tendrá lugar este sábado. Una máquina del tiempo -observar las primeras estrellas que existían en el universo temprano y cómo se formaron las primeras galaxias-, una notable hazaña de ingeniería o el lanzamiento de la década son algunas de las descripiciones que se están utilizando para explicar lo que supone este momento.

En concreto, después de unos cuantos retrasos, el lanzamiento en un cohete Ariane 5 está previsto para las 12:20 horas GMT, con una ventana de 32 minutos para llevarlo a cabo. El James Webb, una colaboración entre las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), de Europa (ESA) y de Canadá (CSA), viajará hasta situarse a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, aproximadamente cuatro veces más lejos que la Luna, según recoge Efe.

Así, logrará ofrecer una vista inédita del universo a longitudes de onda del infrarrojo cercano y el infrarrojo medio, y permitirá a los científicos estudiar una gran variedad de objetos celestes, siendo capaz de mirar hacia atrás en el tiempo más de 13.500 millones de años para ver las primeras galaxias que nacieron tras el Big Bang.

Es una colaboración entre las agencias espaciales de Estados Unidos, de Europa y de Canadá

No será un camino fácil. El James Webb, además de separarse del cohete a los 27 minutos y 11 segundos, deberá seguir un largo viaje y superar una serie de etapas críticas en el próximo mes. Además, la nave es tan grande que se ha doblado al estilo origami para caber en el cohete de Arianespace y una vez en el espacio se desplegará como un juguete transformer.

Entre otros, deberá abrir su parasol, del tamaño de una cancha de tenis, y luego el espejo primario, de 6,5 metros, con el que podrá detectar la tenue luz de estrellas y galaxias distantes con una sensibilidad 100 veces mayor que la del telescopio Hubble, informa la NASA.

Todo esto en los primeros 29 días, pero los ingenieros pasarán un mínimo de seis meses calibrando los instrumentos para que el telescopio quede listo para hacer ciencia. Además, El James Webb, que se enfrentará a temperaturas muy bajas (alrededor de -230 grados centígrados), funcionará durante un mínimo de cinco años, aunque está planificado para que lo pueda hacer diez.

Expandir los éxitos científicos del Hubble

Está diseñado para expandir los éxitos científicos del Hubble. Entre ambos telescopios han pasado más de 30 años y tecnológicamente son muy diversos: el tamaño del espejo primario (6,5 metros frente a los 2,4 del Hubble) y su capacidad de ver la luz infrarroja (invisible al ojo humano) son las principales diferencias.

Podrá mirar atrás en el tiempo y observar las primeras estrellas que existían en el universo temprano

Gracias a esto, el James Webb podrá mirar atrás en el tiempo y observar las primeras estrellas que existían en el universo temprano y cómo se formaron las primeras galaxias tras el Big Bang y su evolución, además de los planetas de nuestro sistema solar y los que orbitan otras estrellas (composición química de los exoplanetas).

Para ello lleva incorporados cuatro instrumentos científicos de última generación que proporcionarán los datos necesarios para analizar los materiales que componen las estrellas, las nebulosas, las galaxias y las atmósferas planetarias, explica la ESA.

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