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Decenas de muertos en los últimos ataques del Estado Islámico en Mosul

Los yihadistas incrementan su ofensiva en su principal feudo en Irak contra los barrios recuperados por las fuerzas iraquíes. 

Miembros de las tropas especiales iraquíes toman posiciones en un barrio del este de Mosul. - REUTERS

YASER YUNES (EFE)

MOSUL.- Los barrios orientales de Mosul recuperados por las fuerzas iraquíes son blanco de proyectiles de mortero y ataques indiscriminados por parte del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que resiste el embate del Ejército en su principal feudo en Irak. Decenas de personas han muerto y otras han resultado heridas por esos ataques, que han obligado a los vecinos a permanecer encerrados en sus casas y han forzado a numerosos habitantes de la zona a enterrar a sus familiares en sus patios y jardines, mientras muchos cadáveres continúan bajo los escombros sin que nadie los rescate.

La alegría con la que muchos de los vecinos recibieron en un primer momento la entrada de las fuerzas antiterroristas iraquíes se ha convertido en un suplicio para muchos, debido a los disparos de la artillería de los extremistas. "Lo que sucede es una verdadera tragedia. El EI, después de que se retira de cualquier barrio, bombardea con morteros bárbara e indiscriminadamente las áreas residenciales", dice el oficial jubilado de ejército Mahmud Yunes al Hamdani, de 63 años y que huyó con su familia del barrio Al Nur al de Al Muharibin.

El anciano asegura que "debido al intenso bombardeo, la gente no puede evacuar a los heridos ni sepultar a los muertos en los cementerios, por lo que los entierra en los jardines". Al Hamdani es uno de los habitantes de Mosul que describen la situación como brutal y cruel y que consideran dichos ataques como un castigo del EI, sobre todo después de que el líder religioso yihadista Ayub al Atar hiciera un llamamiento para atacar los barrios liberados.

Otro vecino de los barrios del este de Mosul, Salem al Beyari, de 45 años, denunció por su parte que los terroristas incendiaron su piso con él y su familia en el interior, en la zona de Al Zuhur, porque rechazó abandonarlo. "Nos salvamos por un milagro y logramos huir a la vivienda de unos parientes en el barrio de Al Muharibin", recuerda con tristeza.

Cuenta que antes de poder huir, permanecieron parapetados en la casa doce días sin energía eléctrica y agua potable. "Hasta el agua del depósito se perdió debido a que resultó perforado por los balazos de los combates, y también se agotaron los alimentos. Así permanecimos más de doce días sin saber lo que sucedía, escuchando sólo balazos y bombardeos, hasta que llegó el EI y nos incendió la casa", concluye.

Iraquíes desplazados en el campamento de Khazer. - REUTERS

Iraquíes desplazados en el campamento de Khazer. - REUTERS

Otras personas recuerdan que estuvieron a punto de perder la vida por la escasez de medicinas para tratar sus enfermedades crónicas, cuando sus zonas estaban dominadas por los terroristas. "Los últimos días antes de la entrada de las fuerzas antiterroristas en (el barrio de) Al Muharibin la situación era crítica y especialmente para mí, porque no había medicamentos en las farmacias y hospitales, en los que sólo había muertos y heridos del EI", declara el jubilado Mohamed Ibrahim. Ibrahin cuenta que la situación es mejor ahora, ya que hay medicinas disponibles, a pesar de los continuos ataques que los yihadistas lanzan desde los barrios que están bajo su control.

Por su parte, el comandante de la III Unidad de las Fuerzas Antiterroristas para el frente este de Mosul, general Sami al Aredi, confirma que "decenas de personas han muerto y resultado heridas". Aunque en la retaguardia, en el barrio de Al Semah, hay varios equipos médicos dependientes de las fuerzas antiterroristas, en muchas ocasiones son los propios militares quienes trasladan a los civiles en sus vehículos, según cuenta Al Aredi.

"Las fuerzas de seguridad trasladan diariamente a decenas de civiles muertos y heridos. Nos llegan al día entre 20 y 35 personas muertas y heridas, la mayoría niños y mujeres, y a algunas de ellas podemos atenderlas, pero a otras no, por la gravedad de sus heridas y las trasladamos a hospitales de Erbil", asegura un responsable de uno de esos equipos, Gali Abd Husein.

El miembro del consejo de la provincia de Nínive, de la que Mosul es su capital, Hosamedin al Abar, indica, por su parte, que sólo el pasado domingo los equipos de la Defensa Civil rescataron 21 cadáveres de debajo de los escombros, en el barrio Al Semah al Ula, que fue recuperado hace más de un mes. Perdieron la vida por el estallido de un camión cisterna bomba que detonó el EI cuando las fuerzas antiterroristas irrumpieron en ese barrio. 

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