De las desgracias también se hace negocio

1. Ayer empezó el reparto de comida de forma masiva en Puerto Príncipe y a las puertas del hotel Kinan, el más lujoso de la capital haitiana y que sigue en pie, pasaba una larga fila de personas que esperaban su saco de arroz. A mediodía, todavía no había empezado el reparto, con gente esperando desde las cuatro de la mañana. Como siempre, a la malísima organización ayudó los problemas de comunicación. Los cascos azules eran nepalíes que no hablaban ni inglés ni francés, la población hablaba criollo o francés y la ONG encargada del reparto sólo inglés.