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Dimite la comisión de la Iglesia belga que investigaba los abusos

La policía requisó sus documentos en busca de pistas sobre casos de pederastia

DANIEL BASTEIRO

La comisión de la Iglesia belga que investigaba los posibles casos de pederastia por parte de algunos religiosos dimitió ayer en bloque al sentirse desautorizada por la Justicia. El psiquiatra infantil y presidente de la comisión, Peter Adriaenssens, justificó la decisión como una consecuencia lógica de los registros que la policía desarrolló el pasado jueves. Los agentes requisaron los expedientes de centenares de denuncias hechas por fieles católicos a este organismo, creado por la Conferencia Episcopal de Bélgica para asesorar a las víctimas de abusos en el seno de la Iglesia.

Sin este material requisado, la comisión no puede continuar su trabajo, aseguró Adriaenssens. 'Ahora corresponde a los obispos preocuparse por las víctimas y dar seguimiento a sus denuncias', advirtió en un comunicado.

El psiquiatra cifró en 500 los casos que hasta ahora tienen sobre la mesa, un número muy abultado en comparación con los 30 con los que lidió la comisión desde que se creó hace una década. La cifra comenzó a multiplicarse desde que, en abril, el obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, dimitiese al admitir que había abusado de un menor cuando era sacerdote.

El abandono de Adriaenssens y su equipo es una vuelta de tuerca a una ya de por sí retorcida sucesión de acontecimientos. Para el psiquiatra, la comisión 'ha servido de cebo' en esta operación policial y se mostró 'muy decepcionado' por ello. Además, explicó que su cese demuestra que la comisión trabajaba 'con toda transparencia'.

Adriaenssens fue citado ayer a declarar por la Justicia sin que trascendiesen detalles sobre el encuentro. Con su dimisión se cierra un proyecto piloto en las pesquisas sobre la Iglesia. En ese sentido, los investigadores eclesiásticos lamentan que la Justicia decidiera cumplir con su obligación mediante la ejecución de registros exhaustivos y por sorpresa en vez de mantener la colaboración de los últimos años.

También Benedicto XVI reivindicó el papel de la Iglesia en las pesquisas, a pesar de que estas remitan a destacados sacerdotes o sugieran la responsabilidad de obispos como encubridores. Estos delitos 'deben ser tratados por el ordenamiento civil y el canónico, en el respeto de la recíproca especificidad y autonomía', aseguró Ratzinger.

'Comprendemos a los miembros de la comisión. Es muy difícil continuar en estas condiciones', señaló el portavoz de la Iglesia belga, Eric De Beukelaer.

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