Este artículo se publicó hace 2 años.
Dinamarca y Suecia atribuyen a un sabotaje las tres fugas en los gasoductos rusos de Nord Stream
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, dice que "es difícil imaginar" que las fugas en el gasoducto Nord Stream "sean accidentales". La Red Nacional Sísmica de Suecia detectó dos explosiones en la zona el día anterior.
Madrid-Actualizado a
La Dirección General de Energía danesa ha declarado este martes la situación de emergencia en los sectores eléctricos y gasísticos después de haber detectado tres fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2. La rotura de las tuberías de estos conductos que transportan gas desde Rusia hasta Alemania hacen todavía más compleja la grave crisis energética que está viviendo actualmente Europa.
Este anuncio supone la subida a nivel naranja de emergencia, el segundo más alto en una escala de cinco. En un comunicado la Dirección General de Energías ha asegurado que las medidas preventivas decretadas responden al deseo de "asegurar una vigilancia minuciosa de la infraestructura crítica para reforzar la seguridad de suministro". Así, las empresas de los sectores gasístico y eléctrico deben ajustarse a esta situación para "aumentar la seguridad de, por ejemplo, plantas, edificios e instalaciones".
Suecia también ha adoptado medidas similares, al igual que la vecina Noruega, principal exportador de gas y petróleo de Europa occidental, aunque no tiene territorio costero en el Báltico.
"Los daños que ocurrieron simultáneamente en tres hilos de gasoductos en alta mar del sistema Nord Stream el mismo día no tienen precedentes. Todavía no es posible estimar el momento de la restauración de la infraestructura de transporte de gas", dijo Nord Stream AG, con sede en Suiza.
La operadora de los dos gasoductos dijo este martes que los daños que han sufrido tres tuberías de ambas infraestructuras no tienen precedentes y que es imposible prever cuándo se restaurarán.
Los gobiernos danés y sueco apuntaron este martes a un "acto intencionado" como la causa probable de las tres fugas detectadas en los gasoductos rusos.
"La clara valoración de las autoridades es que se trata de un acto intencionado y no de un accidente", dijo en rueda de prensa la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.
Su homónima sueca, Magdalena Andersson, concluyó una hora después, en otra comparecencia posterior en Estocolmo, que "probablemente" lo ocurrido obedezca a un "sabotaje".
Ninguna de las dos quiso especular sobre el posible motivo ni autor y ambas resaltaron la gravedad del incidente, aunque se haya producido fuera de su territorio, por lo que no se puede hablar de un ataque directo.
Las conclusiones de las autoridades de ambos países, que siguen recabando información sobre el tema, se basan sobre todo en las mediciones realizadas por sus servicios sísmicos nacionales, que detectaron explosiones cerca de donde se produjeron las fugas, una en zona exclusiva sueca y dos en la zona danesa.
Todo comenzó la noche del domingo al lunes, cuando se detectó una fuga en uno de los dos hilos del Nord Stream 2, que nunca llegó a operar debido al bloqueo por parte de Berlín de la infraestructura incluso antes de la intervención bélica en Ucrania.
Las sospechas de un posible sabotaje planean sobre las tres fugas detectadas. La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha afirmado este martes que "es difícil imaginar" que las fugas de gas registradas en las últimas horas en el gasoducto Nord Stream 1 "sean accidentales", después de que el Kremlin haya pedido no descartar ninguna posibilidad.
Frederiksen ha subrayado que "no se puede descartar" la posibilidad de un sabotaje y ha dicho que, si bien "es pronto para sacar conclusiones", se trata de "una situación extraordinaria". "Hay tres fugas, por lo que es difícil imaginar que pueda ser accidental", ha manifestado.
Además, la Red Nacional Sísmica de Suecia ha informado que el pasado lunes detectó dos explosiones en la zona donde se ubica el gasoducto Nord Stream. En declaraciones a la televisión pública SVT, Bjorn Lund, profesor de la Red Nacional Sísmica sueca, ha explicado que las estaciones de medición ubicadas en el sur de Suecia registraron las explosiones, la primera en la madrugada del domingo al lunes y la segunda ya en la tarde del lunes.
En ese sentido, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, también ja dejado caer la posibilidad de que el gasoducto haya sido saboteado por la propia Rusia. "Podemos ver claramente que es un acto de sabotaje, un acto que probablemente marca la siguiente etapa en la escalada de la situación a la que hacemos frente en Ucrania", ha dicho Morawiecki, según recoge la agencia estatal polaca de noticias, PAP.
Sin riesgo para la salud
Por ahora, la Marina danesa ha prohibido el tráfico aéreo marítimo en un "radio de cinco millas náuticas alrededor de la posición notificada". Tampoco se podrá volar en un área de un kilómetro de ambos gasoductos.
Por ahora se desconocen las causas de las fugas
En un principio las autoridades danesas informaron de una fuga en el Nord Stream 2, situado en aguas danesas en el Báltico después de que Alemania detectara una caída de presión en el gasoducto. Más tarde se confirmaban otras dos fugas en las tuberías del Nord Stream 1, localizado entre aguas del país danés y en las de la vecina Suecia, cerca de la isla de Bornholm. La gestora de esta infraestructura, cuya sede se encuentra en Suiza, confirmó una "caída de la presión" después de detectarse el problema en el otro gasoducto. Por ahora no se conocen las causas de la rotura de los canales de ambos puntos, ha anunciado la agencia de noticias EFE.
Actualmente ambos gasoductos están fuera de servicio: el Nord Stream 1 lleva detenido semanas tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún seguía operando. Por su parte, el Nord Stream 2 nunca estuvo en funcionamiento, al suspender Alemania el proceso de aprobación poco antes de la intervención militar rusa en Ucrania.
La Dirección General de Energía no cree que las fugas puedan suponer un riesgo para la seguridad o la salud "fuera de las zonas prohibidas", lo que incluye a los habitantes de las islas próximas a los gasoductos. El ministro de Energía danés, Dan Jørgensen, ha afirmado a la agencia Ritzau que "las autoridades y el Gobierno siguen la situación con detenimiento y mantendrán informada de forma continua a la población".
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