Este artículo se publicó hace 2 años.
Mélenchon, la única opción de la izquierda francesa para estar en la segunda vuelta de las presidenciales
La izquierda está muy atomizada en Francia y sólo un candidato, el de la Francia Insumisa, se mantiene aún en la carrera por llegar al Palacio del Eliseo, según los sondeos. Con el 17% en las intenciones de voto, Jean-Luc Mélenchon es el tercer favorito después de Emmanuel Macron (27%) y Marine Le Pen (24%).
Aída Palau Sorolla
París-Actualizado a
¿Y si en lugar de un duelo entre el presidente saliente, el liberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, se colara el izquierdista Jen-Luc Mélenchon? En eso confía el equipo de la Francia Insumisa. En la recta final de la campaña, los militantes intentan movilizar a aquéllos que aún no tienen muy claro su voto.
"Está con un espíritu muy positivo, más decidido que nunca y hay mucha movilización en los mítines, eso da cuenta de que hay esperanza y una convicción de que la victoria es posible", nos cuenta sobre Mélenchon por teléfono de camino al mitin de Cahors, norte de Toulouse, la concejala de París, Danielle Simonnet y portavoz del candidato.
A sus 70 años, Mélenchon es, de lejos, uno de los mejores oradores entre los políticos franceses, ex miembro del Partido Socialista en el que estuvo 30 años y un gran admirador de la izquierda latinoamericana, tiene orígenes españoles, su abuelo era de Murica; y habla un español fluido. En 2017 se quedó en cuarta posición con casi el 20% de los votos. Esta vez le dan tercero, pero sigue teniendo opciones para el domingo.
Todo dependerá de si los electores de izquierda, más abstencionistas que los de derechas, apuestan por el voto útil y se desplazan a las urnas como lo reconoce Simonnet. "Aún hay un 30% del electorado que está indeciso, además en las pasadas elecciones presidenciales, constatamos que Marine Le Pen siempre estuvo sobrevalorada en las encuestas, estamos convencidos de que es posible que Jean-Luc Mélenchon acceda a la segunda vuelta", explica.
La clave: movilizar a los abstencionistas y convencer a los indecisos
Para convencer a los indecisos y a los abstencionistas de izquierda, el mensaje que quieren transmitir es que para parar a la extrema derecha hay que votar ya en la primera vuelta. "Podemos hacerlo si cada uno de nosotros toma conciencia y asume la responsabilidad de eliminar a Le Pen ya el domingo, la abstención es Macron, no debemos dejar que vuelva a atacar durante cinco años más nuestros derechos sociales, nuestros servicios públicos y nuestras libertades", dice la portavoz, convencida de que esta vez es posible.
Mélenchon, al igual de Marine Le Pen, se ha sabido posicionar desde muy temprano como el garante del poder adquisitivo y de la clase trabajadora denunciando que Macron es el "presidente de los ricos y de los banqueros". Defiende la jubilación a los 60 años, subir las pensiones y el salario mínimo, pero también salir de la OTAN. Este último punto, un tanto polémico entre algunos electores de izquierda, por la reciente invasión rusa de Ucrania.
Muchos electores han tomado recientemente la decisión de apoyar al candidato de la Francia Insumisa, decepcionados con el desempeño de otras formaciones. "No es que me guste particularmente, pero he decidido ser pragmática, es un voto útil, es el que defiende lo social, el que reúne a su alrededor a más gente, creo que no habrá transición ecológica sin igualdad y él defiende la igualdad", cuenta Camille, una parisina de 47 años que trabaja como cuidadora en un centro de psiquiatría.
En las pasadas elecciones, Camille votó por el candidato socialista Benoît Hamon. "Tenía aún esperanza en el Partido Socialista, sin embargo, visto en el estado en el que se encuentra (la candidata Anne Hidalgo sólo tiene el 2% de la intención de voto) y dada la coyuntura, necesitamos hacerle sitio a alguien que se sitúe en la izquierda", añade esta parisina, madre de tres hijos.
“La República soy yo” o el carácter colérico de Mélenchon
A la par que buen orador, Jean-Luc Mélenchon ha acostumbrado a los franceses a protagonizar episodios en los que pierde los estribos. Si bien ha moderado su tono, algunos de sus electores se acuerdan de la actitud que tuvo durante un registro a la sede de su partido en el que gritaba delante de la puerta cerrada por la policía que no le dejaba acceder: "La República soy yo".
Es el caso de Greg, de 42 años, agricultor urbano y que, si bien votó a Mélenchon en el 2017, esta vez no le renueva su confianza. "Las razones por las que le voté siguen siendo válidas, me interesa su proyecto de cambiar las instituciones, de que sean más democráticas y no tan centradas en el presidente, pero parece un déspota, el partido está demasiado personificado en él, tendría que haber encontrado a un sucesor", explica este parisino que ha decidido en el último momento votar por el candidato ecologista Yannick Jadot, que ha ido perdiendo apoyo en las encuestas hasta situarse en un 6%. "El clima está completamente ausente de esta campaña, voy a votar por él y si consigue un buen porcentaje tal vez empuje a Macron a tener en cuenta el clima", afirma.
Los expertos coinciden en que un duelo Macron vs Mélenchon es difícil pero no se puede descartar. El izquierdista ha llevado una buena dinámica en la campaña y en los sondeos, pero esta vez no se presenta con sus aliados comunistas que tienen candidato propio, Fabien Roussel, lo que le privaría de un valioso 2,5% de los votos.
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